En el seno de la Unión Europea han surgido durante la úlima década varios documentos que establecen el marco de referencia para afrontar el reto demográfico desde un plano general y atendiendo de manera individualizada aspectos como la conciliación profesional y familiar, los movimientos migratorios, el mundo rural, etc.
Aborda fundamentalmente el envejecimiento de la población europea, haciendo especial énfasis en el impacto de este fenómeno en dos ejes económicos fundamentales: el mercado de trabajo, la productividad y el crecimiento económico, por un lado, y la protección social y las finanzas públicas, por otro.
Establece los fundamentos para el crecimiento inteligente, sostenible e integrador de Europa en el horizonte 2020 desarrollando siete iniciativas que, en algunos casos, tienen una influencia directa sobre los llamados "retos demográficos", especialmente los asociados a la juventud y el envejecimiento.
Comunicación de la Comisión Europea de 2008: Un mejor equilibrio en la vida laboral: más apoyo a la conciliación de la vida profesional y familiar.
Recoge propuestas legislativas relativas a nuevos permisos por motivos familiares, una revisión y promoción de los servicios de atención a la infancia y la importancia que la igualdad de género tiene en la conciliación.
Tiene por objeto potenciar y poner de manifiesto las provechosas contribuciones que pueden aportar a la sociedad y a la economía las personas de edad avanzada a través de la creación de las condiciones necesarias para su independencia y el refuerzo de la solidaridad entre las distintas generaciones.
Comunicación de la Comisión Europea de 2015: Una agenda europea de migración.
Se orienta, en el largo plazo, al establecimiento de una política común clara y coherente de gestión de la migración para el conjunto de la Unión Europea con el fin de aprovechar las ventajas que ofrece y afrontar los retos que supone.
Define los grandes retos demográficos a los que se enfrenta la Unión Europea (cambio demográfico basado en un fuerte envejecimiento, una disminución del número de jóvenes y bajas tasas de natalidad; un modesto crecimiento poblacional con fuertes desigualdades regionales; y un fuerte impacto económico, social, presupuestario y ecológico de este cambio demográfico) y plantea la puesta en marcha de una estrategia europea común, amplia, coordinada e integradora.
Aborda la problemática y las potencialidades del medio rural con el objeto de establecer las orientaciones fundamentales para la puesta en marcha de una política rural y agrícola innovadora, coherente e integradora en el marco de la Unión Europea.
Este enfoque cede la iniciativa de la planificación a las comunidades locales que tras analizar los problemas, debilidades, fortalezas y oportunidades de sus territorios diseñan sus propias estrategias de desarrollo rural para aumentar la competitividad y el crecimiento y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.