Favorecer un desarrollo territorial equilibrado en la Comunidad Autónoma de La Rioja a través de políticas eficientes de desarrollo rural, con especial atención a los municipios con mayores dificultades demográficas y geográficas, y frenar y revertir el fenómeno de despoblación y abandono rural.
El desarrollo territorial equilibrado de una región se presenta como uno de los elementos fundamentales para la prosperidad demográfica, económica y social de la misma. Un desarrollo equilibrado entre las distintas zonas que componen un territorio pone de manifiesto la fortaleza del mismo y evidencian una buena organización en la dotación de los servicios públicos, las infraestructuras y la prestación de ayudas. Sin embargo, existen determinadas regiones con mayores dificultades demográficas, geográficas y económicas que, en la mayor parte de los casos, se corresponden con zonas rurales y de montaña. A pesar de ello, poseen recursos, posibilidades y oportunidades desde el ámbito del crecimiento económico, la conservación medioambiental, la difusión patrimonial y el desarrollo social.
Este objetivo específico persigue, por un lado, equilibrar la distribución demográfica y el desarrollo territorial en la Comunidad Autónoma de La Rioja reduciendo las diferencias existentes entre zonas muy pobladas y otras escasamente pobladas que, en numerosos casos, se localizan en el ámbito rural. Estas zonas rurales escasamente pobladas se encuentran en claro peligro de desaparición como consecuencia del marcado proceso de despoblamiento iniciado a mediados del siglo XX y el consiguiente envejecimiento de su población, fenómenos asociados a desventajas geográficas, debilidades estructurales y problemas de lejanía y accesibilidad a los principales núcleos demográficos y de prestación de servicios básicos.
Por otro lado, este objetivo pretende dinamizar económica y socialmente las zonas rurales y de montaña de la región con el fin de favorecer su desarrollo por medio del aprovechamiento adecuado y sostenible de sus recursos. De este modo, aspira a mantener en ellas una actividad permanente y evitar los procesos de abandono rural que implican riesgos importantes en la conservación del medio natural, los bienes patrimoniales y el acervo cultural.
-Indicador crítico: Población residente en municipios de menos de 1.000 habitantes
-Valor actual: 28.366 habitantes
-Valor meta 2023: Mantener la población por encima de los 27.000 habitantes
-Valor meta 2030: Mantener la población por encima de los 26.000 habitantes