cuidado_polluelo_peq[01/05/2021] Cada año, entre los meses de abril y septiembre, cientos de crías de aves caen de sus nidos y necesitan de alguien que las cuide hasta que puedan valerse por sí mismas. En los últimos años, la sensibilización creciente de la población ha resultado esencial para que centenares de estos polluelos hayan llegado hasta el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera y hayan salido adelante. El pasado 2020, ingresaron en el Centro 784 animales, de los que 686, algo más del 87,5% eran aves. El Gobierno de La Rioja quiere ahora dar un paso más y facilitar que los ciudadanos que lo deseen puedan contribuir también en el cuidado y desarrollo de estas crías huérfanas.

Así nace "Ayúdale a volar", un programa de voluntariado ambiental que busca fomentar la participación ciudadana en el cuidado de crías de aves huérfanas que han caído del nido. Consiste en acoger en domicilios particulares, centros o residencias a estos polluelos durante un tiempo que oscila entre dos y cuatro semanas, alimentarlos y prepararlos para su vuelta al medio natural.

El programa se dirige a particulares y familias que quieran contribuir al cuidado de las aves de su entorno más cercano, así como a centros o residencias que trabajen con personas mayores, personas con diversidad funcional, colectivos en riesgo de exclusión social… Entre sus objetivos, está, por un lado, involucrar a la sociedad en la conservación de las aves autóctonas; pero junto a esto, el programa pretende ser una oportunidad educativa para las familias, que pueden sensibilizar a los niños sobre la importancia de proteger la biodiversidad, al tiempo que puede resultar una experiencia enriquecedora y con notables beneficios terapéuticos para determinados colectivos.

La tarea de los voluntarios consistirá básicamente en alimentar a las aves entre 5 y 7 veces al día (cada 2-3 horas), el tiempo necesario hasta que el polluelo esté en condiciones para ser devuelto al medio natural, entre dos y cuatro semanas, dependiendo de la especie y de su edad. A la hora de inscribirse en el programa, los voluntarios podrán indicar las fechas en las que estén disponibles, siempre entre finales de abril y septiembre, que es cuando se desarrolla el programa. También se encargarán de mantener limpia la caja en la que se entregue el animal.

Junto a esto, los participantes deben recordar en todo momento que se trata de animales silvestres, no de mascotas, y que si los tocamos o acariciamos podemos poner en peligro su adaptación a la vida en el medio natural, que es el fin último del programa. Del mismo modo, deben ser conscientes de que a pesar de los cuidados, siempre hay un porcentaje de crías que no sobreviven.

Las especies que participarán en el programa son crías de aves silvestres que no sean especies amenazadas, rapaces ni aves de gran tamaño. La inmensa mayoría son pequeñas aves como vencejos, aviones, gorriones, verderones y demás paseriformes (estorninos negros, jilgueros, verdecillos…). También otras como palomas torcaces o tórtolas turcas; incluso, esporádicamente, se puede incorporar al programa de voluntariado algún pequeño mamífero como ardillas o erizos. Antes de la entrega, todos los animales serán supervisados por el personal del Centro de Recuperación, que registrará su ingreso y certificará el correcto estado sanitario de la cría.

Material y asesoramiento al voluntario

materiales copia2Los voluntarios recibirán, junto con el ave/s que hayan decidido acoger, todo el material necesario para su cuidado: caja/transportín, papilla, insectos, vitaminas, jeringuilla… así como información detallada de todo lo relativo a la alimentación y cuidado, tanto de las crías en general como de la especie que se vaya a llevar a casa.

Además, mientras dure el acogimiento, el voluntario tendrá a su disposición un teléfono los siete días de la semana en el que el personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera para resolver cualquier duda que surja durante la crianza, y desde el que se informará también sobre la evolución del animal y se indicará el momento en el que esté listo para ser liberado.

Conforme vaya avanzando el programa y ajustándonos a los requisitos que imponga la actual situación sanitaria, la Consejería de Sostenibilidad organizará sueltas colectivas en las que los voluntarios tendrán oportunidad de compartir con otros participantes la alegría de ver cómo comienzan su nueva vida las aves recuperadas gracias a su ayuda.

Para inscribirse en el programa hay que rellenar el formulario que aparece en la página web www.larioja.org/ayudaleavolar. Para cualquier duda o consulta respecto al mismo pueden llamar al teléfono 941291100 Ext. 33165/33716 o escribir un correo electrónico a ayudaleavolar@larioja.org

Cerca del triple de ingresos en diez años

sos_fomberaEn La Rioja, el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera es el espacio de referencia para centralizar la colaboración ciudadana en relación al hallazgo de fauna silvestre. Trabaja desde 1985 en la recogida, recuperación, rehabilitación y devolución al medio natural de fauna silvestre hallada con problemas de supervivencia autónoma (polluelos y otras crías, animales heridos por disparos, electrocución, atropellos, etc.) y colabora en el seguimiento de las causas que amenazan a sus poblaciones, contando para ello con el personal, protocolos, medios materiales e instalaciones necesarias.

El pasado año 2020, el centro recibió el ingreso de 784 animales silvestres, una cifra que no ha dejado de crecer en los últimos años gracias a la sensibilización creciente de la población, y que ha permitido que solo en los últimos diez años el número de ingresos casi se haya triplicado, pasando de 288 a la cifra actual. Más de la mitad de los animales ingresados consiguen

Aunque el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Fombera (CRFS) acepta todo tipo de animales silvestres, la mayor parte de los ingresos son aves, ya que son fácilmente visibles por el observador y además presentan un mayor número de especies que los otros grupos. De hecho, el pasado año de las 784 ejemplares ingresados, 686 eran aves. El mayor número de ingresos se concentra en el verano, especialmente durante los meses de julio y agosto. En esta época se desarrolla el periodo más crítico para la vida de los individuos jóvenes y fundamentalmente para las aves.

Con todo, no siempre que veamos un pollito en el suelo significa que tenga problemas; cada especie tiene un comportamiento diferente y algunos merodean cerca del nido antes de volar perfectamente.

Por eso, la mejor forma de ayudar, antes de cogerlo o de tocarlo, es siempre llamar al 112. Ellos nos pedirán toda la información que podamos aportarles y valorarán si necesita ser ingresado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre. En ese caso, el personal del centro pasará a recogerlo y, si comprueba que está sano y tiene posibilidades de salir adelante, se cederá a alguno de los voluntarios del programa.