Perdiz Pardilla

La perdiz pardilla (Perdix perdix hispaniensis) es una gallinácea con una envergadura de 45 centímetros. Presenta una coloración castaño-naranja en la cara, gris moteado en el dorso, barrado castaño en los flancos y gris en cuello. En el pecho tiene una mancha negra en herradura, amplia en los machos y pequeña o inexistente en las hembras. Los jóvenes no tienen castaño en la cara ni la mancha negra, caracteres que adquieren antes de la siguiente primavera.

El plumaje de la especie es muy diferente al de su pariente la perdiz roja (Alectoris rufa) pero en el campo, cuando levanta el vuelo, pueden ser difíciles de diferenciar. Además, la perdiz roja puede ocupar zonas a gran altitud donde coincide con la perdiz pardilla.

La perdiz pardilla frecuenta matorrales por encima del límite forestal y es reacia a levantar el vuelo. Se alimenta de hojas, semillas, raíces, frutos secos, bayas e invertebrados. La población es sedentaria con movimientos altitudinales de carácter estacional. Las aves viven en grupos hasta el comienzo de la primavera cuando las parejas se separan para criar.

Las puestas comienzan hacia el mes junio, las realizan en oquedades sobre el suelo cubiertas de materia vegetal y varían entre 10 y 20 huevos. Los pollos abandonan el nido nada más nacer y se alimentan de forma autónoma acompañados por los padres. Al cabo de 15 días ya son capaces de volar y en algo más de tres meses alcanzan el peso de un adulto.


Lee la ficha descriptiva completa de la especie [pdf 139 Kb], publicada en nuestra revista "Páginas de información ambiental".