Fauna de roquedos
El medio rupícola en La Rioja
El interior pétreo del Macizo Ibérico riojano queda al descubierto cuando los agentes erosivos (agua, viento, nieve) actúan selectivamente. Así, la roca desnuda asoma a la superficie en forma de roquedos, canchales y pedreras en las altas cumbres y sus laderas próximas, y en vertiginosos escarpes, cortados y cañones excavados por los ríos montaña abajo. El Ebro, haciendo valer la tremenda energía de sus aguas, también ha sabido descubrir la roca en varios cortados fluviales, pero la mayor parte de los escarpes son cortados calizos dispuestos sobre su Depresión, en los bordes de las Sierras de la Demanda, de los Cameros, de Cantabria y del resto de las sierras mediterráneas orientales.
Este mundo vertical está lleno de vida a pesar de su fingida esterilidad, y en sus abundantes recovecos (fisuras, cornisas, huecos, cuevas...) encuentran refugio, para ellos y sus crías, un grupo de animales heterogéneo en cuanto a su forma de vida e importante por su significado ecológico, entre los que sobresalen las aves rapaces y las carroñeras.
Aves nidificantes
El águila real es una rapaz distribuida por el Hemisferio Norte, y sus mayores limitaciones son la existencia de comida y de quebradas rocosas apropiadas para nidificar. En La Rioja alcanza la veintena de parejas reproductoras distribuidas por zonas de media montaña del centro y este de la región fundamentalmente, aunque los jóvenes pueden verse en cualquier localidad incluso del Valle. Más pequeña que la real, el águila perdicera es el ave con más amenazas de extinción de todas las que anidan habitualmente en La Rioja. Su declive coincide con el descenso generalizado de la especie en la España Mediterránea y en esta Comunidad sólo quedan 4 parejas nidificantes.
El buitre leonado es el ave de mayor tamaño de La Rioja; además, esta región es una de las mejores zonas buitreras de Europa, no en vano desde aquí, se han enviado varios ejemplares para programas de reintroducción de la especie en otros países. Superados los malos tiempos, su población se ha recuperado durante los últimos años y llegando a las 819 parejas estimadas en 1999. La otra gran carroñera de La Rioja es el alimoche, ave estival, llega desde África para nidificar y presenta unas 25 parejas que se distribuyen por toda La Rioja, especialmente en la Comarca de Cervera.
El halcón peregrino y el búho real también son dos incondicionales de los roquedos y, aunque el primero es diurno y el segundo de hábitos nocturnos, pasarían las más de las veces desapercibidos si no fuera por sus voces y cantos territoriales. La población de halcón peregrino en La Rioja se estima en 40-50 parejas, idénticas cifras que la de búho real, que se distribuyen por casi toda La Rioja, escaseando tanto en el Valle como en las sierras más altas.
Así mismo, de los paredones y cantiles rocosos dependen otras especies a las que por lo general se les da menos importancia pero que, sin embargo, desempeñan un papel nada desdeñable en el ecosistema. Entre las aves fieles a los roquedos naturales se pueden citar al cuervo, la chova piquirroja, el roquero rojo y el roquero solitario, la collalba negra y el acentor alpino, y entre las especies que pueden utilizar Nmedios humanizados (construcciones abandonadas, iglesias, etc.) el cernícalo común, la lechuza, el vencejo real, la grajilla, el gorrión chillón, las palomas zurita y bravía, el avión roquero y el colirrojo tizón.
Aves invernantes
Además de la fauna estable citada, los paredones rocosos de La Rioja reciben en invierno la visita obligada de algunos ejemplares de treparriscos y de chova piquigualda, nidificantes habituales del norte de España, que encuentran refugio en los cortados a la espera de que las inclemencias del tiempo sean más favorables en sus lugares de estancia habitual. También en los últimos años se vienen observando en los cielos riojanos individuos de quebrantahuesos, que nidificó hasta los años 60 en el Sistema Ibérico, como consecuencia de los vuelos de dispersión que realizan los jóvenes nacidos en los Pirineos, lo cual presume un futuro alentador para las posibilidades de vuelta de la especie a las sierras riojanas.
Mamíferos
En la base de los roquedales también es frecuente encontrar cubiles de cría o de reposo de mamíferos como el lirón careto, la garduña o el tejón entre otros y, cómo no, en las grietas, oquedades y cuevas, no importa a qué altura del suelo, refugios para varias especies de murciélagos como el común, el de cueva, los de herradura, etc.
Nombre científicos de las especies citadas en el texto (solo fauna actual de La Rioja) Ver[17 Kb]