50 años de la Reserva Regional de Caza Cameros-Demanda
Declaración de la Reserva
La Reserva Regional de Caza de Cameros-Demanda fue declarada con su actual denominación por la Ley 3/1999, de 31 de marzo, aunque venía a coincidir con los límites de la anterior Reserva Nacional de Caza de Cameros, más una ampliación realizada con terrenos de los municipios de Ezcaray, Valgañón y Zorraquín pertenecientes al extinto Coto Nacional de Ezcaray.
Localización y municipios que abarca
La Reserva se localiza en un extenso territorio al sur de la Comunidad Autónoma de La Rioja que limita con las provincias de Burgos y Soria. Actualmente tiene una superficie de 107.916 ha y afecta a total o parcialmente a los siguientes municipios: Ezcaray, Valgañón, Zorraquín, Pazuengos, Canales de la Sierra, Mansilla, Villavelayo, Ventrosa, Viniegra de Arriba, Viniegra de Abajo, Brieva de Cameros, Villoslada de Cameros, Lumbreras, Ortigosa de Cameros, Gallinero de Cameros, Pinillos, Pradillo, Villanueva de Cameros, Laguna de Cameros, Ajamil, Rabanera, Cabezón de Cameros, San Román de Cameros, Jalón de Cameros, Enciso, Munilla y Zarzosa.
Características del medio
La superficie que abarca la reserva comprende un gran espacio de la montaña ibérica riojana que incluye de oeste a este la parte alta de la Sierra de la Demanda, el Alto Najerilla con las Viniegras, la Sierra de Urbión y las cuencas altas del Camero Nuevo, con la Sierra de Cebollera, del Camero Viejo y del Cidacos con la Sierra del Hayedo de Santiago. Se trata de una zona cuya altitud varía entre los 1.000 mts. de los fondos de valle y los más de 2.000 mts que superan las cumbres más elevadas.
Las sierras más occidentales presentan una mayor altitud (San Lorenzo 2.270 m., Urbión 2.229 m., Cebollera 2.146 m.) que va disminuyendo conforme se avanza hacia el este. La red fluvial se encuentra profundamente encajada dando lugar a valles profundos de laderas empinadas. La línea de cumbres se presenta muy erosionada dando lugar a un paisaje de cumbres redondeadas y bastantes homogéneas.
Vegetación
La extensión de esta reserva hace que exista una gran diversidad en la vegetación presente, que va desde el dominio atlántico de las sierras occidentales a las condiciones más mediterráneas y secas en la parte oriental, pero en general con extensas áreas forestales. En la cuenca alta del río Oja y Sierra de la Demanda, se pueden encontrar grandes extensiones de hayedos y piornales como matorral de sustitución, dejando paso hacia las cumbres a un matorral formado por enebrales rastreros principalmente. En el Valle del Najerilla se encuentran grandes masas de carrascales montanos y en la Sierra de Urbión los bosques han sido sustituidos por pastizales para la ganadería trashumante.
El valle del Iregua presenta una gran superficie forestal formada por rebollares de carácter húmedo en las zonas de menor altitud de la Reserva y pinares de pino silvestre en las zonas altas con influencia de clima continental. Las sierras más orientales presentan una mayor deforestación y gran extensión de matorrales como los jarales, no obstante en sus cuencas altas se conservan, en enclaves favorables, masas de hayedos y rebollares en proceso de recuperación. Las repoblaciones de coníferas ocupan un espacio considerable en esta zona, habiéndose utilizado fundamentalmente para ello el pino laricio.
Fauna no cinegética
La riqueza de ambientes se ve reflejada también en la diversidad de la fauna. Destaca en ella la singularidad de especies de distribución más norteña que encuentran aquí, en el Sistema Ibérico, el límite sur de sus poblaciones. De estas especies en el grupo de los anfibios y reptiles tenemos al tritón palmeado, el lagarto verde y la víbora áspid.
Entre las aves la perdiz pardilla, el agateador norteño, el carbonero palustre y el camachuelo común y entre los mamíferos el lirón gris, el topillo rojo y el ratón leonado. Además de las anteriores podemos indicar otras de gran importancia y singularidad que podemos encontrar en la reserva como la nutria, el desmán ibérico, el gato montés, el topillo nival y la musaraña enana entre los mamíferos; aves como la chocha perdiz, el verderón serrano, el acentor alpino, el mirlo acuático, alcaudón dorsirrojo y el abejero europeo entre otros; y anfibios y reptiles como la lagartija roquera, la culebra lisa europea y la ranita de San Antonio.
Fauna cinegética de caza mayor
La Reserva presenta importantes poblaciones de caza mayor cuya situación es la siguiente:
Corzo: es una especie de gran importancia en la Reserva que se caza exclusivamente en la modalidad e rececho. Se distribuye por todo el territorio y sus poblaciones, desde hace unos años, están experimentando un descenso.
Ciervo: la especie fue reintroducida en los ños 70 y desde entonces sus poblaciones han vuelto a colonizar el territorio de la Reserva, además de encontrarse en clara expansión. Se caza tanto en rececho como en batida junto al jabalí.
Jabalí: se trata de una especie de gran interés cinegético para muchos aficionados. Sus poblaciones se reparten por toda la Reserva presentando notables fluctuaciones naturales de unos años a otros.
Fauna cinegética de caza menor
Entre la caza menor es de gran importancia la caza de palomas migratorias en puestos fijos. Respecto a otras especies hay que señalar que la potencialidad cinegética es menor, dadas las características del hábitat en la Reserva y el progresivo abandono de cultivos. De ellas las que mayor número de cazadores mueven son, la perdiz roja, el conejo y la liebre fundamentalmente, además del zorro, los zorzales y la chocha perdiz.
Ordenación cinegética
La reserva cuenta con una nuevo Plan Técnico de Caza de la Reserva y los Cotos Sociales de La Rioja, aprobado en el año 2020. Se trata de un documento de gestión que persigue la protección, fomento y ordenado aprovechamiento de la caza en este territorio. En el mismo se establece la potencialidad de la Reserva para el mantenimiento de poblaciones cinegéticas así como cuáles son las existencias reales de las mismas. En función de los objetivos que se persigan para cada una de las especies y, con el criterio general de garantizar su conservación y buen estado, se establecen los criterios para determinar el aprovechamiento cinegético de cada una, en forma y cantidad.
También se ha llevado a cabo una zonificación del territorio para el ejercicio de la caza de forma que se ha ordenado la práctica de la caza menor y mayor. Y por último, en la planificación se contemplan medidas de mejorar la en la Reserva.
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