Lo primero que hay que saber es que los aparatos eléctricos y electrónicos, conocidos como RAEE, no deben tirarse al cubo de basura y requieren una recogida selectiva. De hecho, en el embalaje de estos aparatos podemos ver impreso un símbolo de un contenedor tachado que nos recuerda que no podemos tirarlo al contenedor. Cuando un ciudadano de nuestra comunidad quiere deshacerse de un residuo de este tipo, tiene cuatro opciones.