¿Qué son?
El Real Decreto 1055/2022 establece una serie de obligaciones que los productores de envases deben cumplir a través de sistemas de responsabilidad ampliada del productor (SRAP). Estos sistemas pueden ser individuales (SIRAP) o colectivos (SCRAP).
En este último caso, la propia industria envasadora ha creado mecanismos que le permiten cumplir con sus obligaciones en materia de gestión de residuos. Son los denominados Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de Residuos (SCRAP), un modelo a través del que se gestiona el 95% de los residuos de envases de Europa.
¿Cómo se financian?
Son organismos sin ánimo de lucro formados por las propias empresas envasadoras y el cual les permite cumplir sus con sus obligaciones de RAP. El antecedente de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de residuos (SCRAP) son los SIG (Sistema Integrado de Gestión).
Los productores que se adhieren a estos Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de residuos (SCRAP) participan en este modelo mediante una contribución que es calculada en función del tipo de residuo y la cantidad productos y/o envases puestos en el mercado por esa firma. De esta forma, las empresas financian el sistema y contribuyen al buen funcionamiento del mismo.
Esta contribución es gestionada por los propios SCRAP, que posteriormente se destina a sufragar los distintos costes asociados al sistema. Estos son algunos de ellos:
Tipos de SCRAP de envases
Existen distintos Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de Residuos (SCRAP) según el tipo de residuo del que se trate. Estos SCRAP son gestionados por entidades especializadas sin ánimo de lucro, que son las encargadas de coordinar, cohesionar e impulsar todo el sistema.
Los principales SCRAP de envases son:
¿Qué obligaciones tienen los SCRAP?
Los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de residuos (SCRAP) están sujetos a una serie de obligaciones: