[Abril de 2010]
La Consejería de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno de La Rioja ha presentado el Plan de Uso Público del Parque Natural Sierra de Cebollera que organiza los distintos planes, programas y actuaciones relacionados con el uso público de este espacio protegido para garantizar el disfrute del público y la conservación de sus valores naturales.
Con la aprobación de este documento, el Gobierno de La Rioja da respuesta a las necesidades planteadas en el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural, que destaca la importancia de la planificación del uso público de cara a concienciar y sensibilizar a los ciudadanos sobre los valores de este importante espacio.
El Parque Natural Sierra de Cebollera obtuvo hace dos años la ‘Q’ de calidad turística y uno de los requisitos exigidos a los parques naturales para conseguir este certificado es contar con un documento que regule el uso público del espacio protegido.
El Plan de Uso Público del Parque Natural Sierra de Cebollera tiene una vigencia de seis años, de 2010 a 2015, y establece los objetivos que deben guiar las actuaciones de uso público tanto en este espacio como en su zona de influencia y que son:
El Parque Natural Sierra de Cebollera ocupa una superficie de 23.640 hectáreas repartida entre los municipios de Villoslada de Cameros y Lumbreras. El parque alberga una gran diversidad de flora y fauna, conserva relevantes muestras de relieve glaciar y en él conviven destacados valores naturales y etnográficos en torno a la trashumancia. En los dos últimos siglos su paisaje ha experimentado un espectacular cambio, pasando de ser una zona fuertemente deforestada, como consecuencia de su aprovechamiento ganadero, a ser la más importante masa forestal de toda La Rioja y una de las más relevantes del Sistema Ibérico.
El plan ofrece un diagnóstico del uso público actual del parque, tanto de los recursos que ofrece la Administración como de los servicios demandados por los visitantes. Desde su declaración como Parque Natural en 1995 se han ido poniendo a disposición del público recursos relacionados directamente con el disfrute de la naturaleza, como senderos, senderos autoguiados, miradores, paseos guiados y visitas temáticas, así como otros de carácter más divulgativo, entre los que figuran exposiciones, audiovisuales o folletos, que se coordinan desde los Centros de Interpretación ubicados en Villoslada de Cameros y en la Venta de Piqueras.
Crecimiento del número de visitantes
La creciente oferta de equipamientos y actividades se ha visto acompañada de una cada vez mayor afluencia de ciudadanos de diversos puntos de España y especialmente riojanos, para los que este espacio natural se ha consolidado como opción ideal de ocio en contacto con la naturaleza.
El número de visitantes a los Centros de Interpretación ha ido experimentando un aumento anual del 10% y se ha pasado desde los 11.500 registrados en el año 2000 hasta los cerca de 26.900 de 2009. No obstante, poco más del 20% pasan por los Centros de Interpretación, por lo que se estima que la afluencia global de visitantes al espacio protegido ronda las 125.000 personas al año.
Para 2015, se estima que podrían pasar por estos centros 33.000 personas, con un número total de usuarios del parque en torno a los 165.000 visitantes.
Impactos ambientales
El Plan de Uso Público del Parque Natural Sierra de Cebollera también analiza los posibles impactos ambientales relacionados con el uso público, especialmente en las áreas recreativas y entornos de las poblaciones, por la celebración de eventos populares o el uso indebido de vehículos a motor. En la actualidad, uno de los mayores problemas es el de los residuos y buena parte de las medidas correctoras planteadas van en la línea de concienciar al visitante y contar con los medios necesarios para evitar el impacto de las basuras en el parque.
El plan desarrolla siete programas de planificación del uso público:
Entre los programas más relevantes figuran los de información y comunicación que incluyen tanto la labor cotidiana de atención al visitante como las tareas de difusión dirigidas al público general y a la población local. En este campo, además de mantener los servicios que actualmente se prestan en los centros, se propone la elaboración de una carpeta con información básica del parque, un inventario de recursos naturales y turísticos y nuevas publicaciones divulgativas como un cuaderno de campo o un folleto sobre pistas. Para fomentar la participación se apuesta por reactivar el Grupo de Amigos del Parque Natural, apoyar la colaboración con entidades y colectivos sociales sensibilizados por las cuestiones medioambientales y por potenciar el programa de voluntariado puesto en marcha el pasado año.
Además, otras líneas de trabajo propuestas con la mejora de la señalización y de los puntos de información del parque, la organización de un servicio de documentación o el impulso a las actividades de difusión y promoción.
También es significativo el programa de educación ambiental que plantea iniciativas para la mejora y ampliación de las campañas escolares, el impulso a las actividades que se realizan con el Colegio Rural Agrupado Cameros Nuevo o la creación de nuevos equipamientos educativos como un aula de la naturaleza.
Las líneas referentes a interpretación y voluntariado abordan la mejora de los servicios, equipamientos, materiales y actividades interpretativas, así como el desarrollo de proyectos de voluntariado que permitan conservar y restaurar los ecosistemas y el patrimonio cultural del parque.
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