[noviembre 2007]
La Consejería de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial, a través de la Dirección General de Medio Natural, ha comenzado durante el pasado mes de octubre una repoblación de trucha autóctona en las aguas de varios ríos riojanos con 250.000 alevines de otoño y alrededor de 75.000 añales, procedentes todos ellos de la piscifactoría de Brieva de Cameros.
El diseño de la repoblación en cada tramo se ha realizado tras analizar sus características físicas, potencialidad y el estado de su población. Con esta práctica se pretende cubrir los huecos existentes en su estructura poblacional y se lleva a cabo en aquellos tramos de los ríos en los que más ha disminuido la población de truchas, y que son especialmente los tramos regulados y con mayor presión a causa de la pesca.
La repoblación de este otoño se centra en el aporte de alevines, también conocidos como jaramugos, de entre 5 y 9 gramos y de 7 a 9 centímetros de longitud y de añales de entre 40 y 70 gramos y de 15 a 20 centímetros de longitud.
De los más de 75.000 añales que han sido soltados a las aguas, un porcentaje del 30% al 40% ya están maduros y en condiciones de reproducirse, y podrán alcanzar el tamaño permitido para su pesca para cuando se abra la temporada, garantizando así un aprovechamiento sostenible de este recurso. En total, se han repartirán 1.100 unidades de trucha en tramos del río Oja, 8.700 en el Tirón, 32.000 en el Najerilla, 27.000 unidades en el Iregua y 6.900 en tramos trucheros del río Leza.
Además, se han soltado alevines, de menor tamaño que los añales. En concreto, han sido 1.700 ejemplares en el Oja, 50.000 en el Tirón, 91.000 en el Najerilla, 91.000 en el Iregua y 16.300 ejemplares en el Leza.
La Dirección General de Medio Natural dispone para efectuar las repoblaciones de vehículos diseñados para estas labores: un camión 4x4 IPV con cuba de 6.000 litros y oxigenadores y un Land Rover 110 con cuba de 1.000 litros y dotado igualmente de oxigenadores. Además, cuenta con dos remolques con cubas de 500 litros para acceder a los lugares más complicados.