Los gases de efecto invernadero (GEI) son aquellos gases que retienen parte de la radiación infrarroja que emite la Tierra tras ser calentada por el Sol, impidiendo que escape al espacio y provocando así un calentamiento global o "efecto invernadero".
Entre estos gases se encuentran el dióxido de carbono (CO2), el vapor de agua (H2O), el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4), algunos compuestos halogenados y el ozono troposférico (O3). El CO2, el CH4 y el N2O están presentes en la atmósfera de forma natural, pero son también generados por las actividades humanas. Por su parte, el O3 se produce a partir del monóxido de carbono (CO), los óxidos de nitrógeno (NOx) y otros compuestos orgánicos volátiles (COV).
Los distintos GEI tienen un potencial de calentamiento global (PCG) diferente, por lo que para contabilizar sus emisiones éstas se transforman a toneladas de CO2 equivalentes.
- Dióxido de carbono (CO2): Es el GEI más conocido, aunque no es el que mayor PGC tiene. El CO2 se produce de forma natural durante la respiración de los seres vivos, en las erupciones volcánicas y en los incendios forestales. Debido a la acción antropogénica, se genera a partir de la combustión de combustibles fósiles (carbón, gas natural y petróleo) en la industria y en el transporte, así como de la quema de otros materiales como residuos o vegetales. También se produce como resultado de ciertas reacciones químicas industriales. El CO2 se elimina de la atmósfera cuando lo absorben las plantas durante la fotosíntesis (secuestro o captura de CO2). 1 tonelada de CO2 corresponde a 1 tonelada de CO2 equivalente.
- Metano (CH4): Las principales emisiones de este GEI proceden de la producción y el transporte de carbón, gas natural y petróleo, así como de la ganadería, la agricultura y la gestión de residuos. 1 tonelada de CH4 corresponde a 21 toneladas de CO2 equivalente.
- Óxido nitroso (N2O): Este GEI tiene sus principales fuentes de emisión en las actividades agrícolas e industriales, en la combustión de combustibles fósiles y residuos y también en el tratamiento de aguas residuales. 1 tonelada de NO2 corresponde a 310 toneladas de CO2 equivalente.
- Gases fluorados como los hidrofluorocarburos (HFC), los perfluorocarburos (PFC), el hexafluoruro de azufre (SF6) y el trifluoruro de nitrógeno (NF3): Se utilizan en los sistemas de refrigeración y climatización, extinción de incendios, aerosoles o en espumas de aislamiento térmico, entre otros usos. Sus fuentes de emisión se originan tanto en el proceso de fabricación como de las fugas producidas durante su utilización. Surgieron como gases sustitutivos de sustancias que agotan la capa de ozono (SAO), como los clorofluorocarbonos (CFC), hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y halones. Tienen un elevado PGC, con valores que oscilan entre 150 y 24.300, por lo que la UE trabaja para eliminarlos progresivamente antes de 2050.