Uno de los motivos más evidentes para declarar un árbol singular es su tamaño. Las dimensiones que alcanzan algunos de estos ejemplares, la mayoría centenarios, los convierten en auténticos monumentos naturales que no dejan a nadie indiferente.
En La Rioja, los troncos más gruesos se encuentran en los olivos de Sojuela. En esta agrupación de árboles se encuentran seis olivos cuyos troncos superan en todos los casos los 6,5 metros de perímetro. El mayor de todos es el llamado olivo de Emiliano, un majestuoso ejemplar con cuatro brazos desde la base cuyo perímetro ronda los 14 metros. No obstante, en el inventario figura en primer lugar el llamado olivo de Florentino, cuyo tronco alcanza el imponente diámetro de 7,5 metros pero, esta vez, sin brazos ni bifurcaciones.
Si consideramos únicamente ejemplares naturales o silvestres, el primer puesto en la lista de árboles de grosor excepcional es para el famoso tejo de Anguiano, con 7,04 metros de diámetro en su tronco y que es, además, el ejemplar más longevo de cuantos se conocen en La Rioja. Tras él viene el roble quejigo de Pradillo o de las Palomas, tras una sencilla ruta de 30 minutos desde el pueblo podemos visitarlo.
Árboles singulares de tronco más grueso
Árbol singular | Especie | Perímetro del tronco (metros) |
---|---|---|
Olivos de Sojuela | Olea europaea | 14 |
Tejo de Anguiano | Taxus baccata | 7,04 |
Roble gordo o de las Palomas | Quercus faginea | 6,90 |
Roble gordo de Nestares | Quercus petraea | 6,70 |