La ganga ibérica selecciona paisajes llanos o suavemente ondulados dedicados al cultivo de secano e intercalados con barbechos anuales, pastizales o eriales. Tiene preferencia por barbechos de distintas edades y evita lugares con herbáceas altas por lo que el pastoreo con ovejas les favorece.
Las gangas son muy gregarias y fieles a determinados enclaves favorables realizando grandes desplazamientos en busca de los más adecuados en cada momento. En verano es importante la disponibilidad de bebederos con orillas despejadas para evitar la predación como ocurre en las balsas ganaderas.
En La Rioja solo unos pocos enclaves en la zona oriental del valle del Ebro mantienen pastizales y barbechos en extensión suficiente, tanto para fijar aves reproductoras como para agregaciones en otros periodos del año.