A nivel general los medios agrícolas han perdido capacidad de acogida para las aves esteparias. Existen amenazas comunes a todas ellas que se indican aquí.
a) Intensificación y cambios en la actividad agrícola
El mayor uso de fitosanitarios y la reducción de linderos entre parcelas disminuyen la diversidad de presas y ambientes para las aves. En La Rioja el aumento de la vid y el olivo han reducido el hábitat de muchas especies. El adelanto de la cosecha incrementa el fracaso en las aves que crían en el cereal y el labrado de barbechos en primavera supone también una gran pérdida de diversidad.
b) Aumento de las infraestructuras y equipamientos de servicios
Muchas de las zonas esteparias, en especial las de menor producción agrícola, se han visto transformadas por la presencia de polígonos industriales, redes viarias, tendidos eléctricos, parques eólicos, solares y explotaciones de áridos. Ello intensifica la presencia humana y fragmenta el hábitat de las aves.
c) Pérdida del pastoreo en el valle
El declive del pastoreo en el valle del Ebro ha hecho desaparecer pastizales y ha reducido el cultivo de leguminosas forrajeras de secano. Los eriales que permanecen sufren procesos de matorralización que, a medio y largo plazo, no favorecen a las aves esteparias de mayor interés.
A nivel particular la ganga ibérica se ve afectada por la disminución de barbechos, el declive del pastoreo y la proliferación de cultivos intensivos de viña y olivo en zonas agrícolas de secano.