El nuevo parque utiliza elementos clásicos del espacio público y los parques ordenados de forma efectiva, optimizando al máximo los recursos
La integración de las infraestructuras ferroviarias ha generado un cinturón verde en el casco urbano de Logroño en el sentido este/oeste siguiendo el trazado del corredor ferroviario. Contará en conjunto con una superficie de 150.599 metros cuadrados. Las zonas verdes estarán entreveradas de senderos para peatones y una red de nuevos viales que restañará de un modo definitivo la división urbana provocada por la línea férrea.
La sociedad Logroño Integración del Ferrocarril ha desarrollado a lo largo de los últimos años proyectos de investigación sobre ajardinamiento y paisajismo en colaboración con la Universidad de La Rioja. Sus conclusiones contienen aportaciones que han sido aplicadas tanto en el diseño como en la ejecución del cinturón verde que sustituirá al corredor ferroviario.
El nuevo parque utiliza elementos clásicos del espacio público y los parques ordenados de forma efectiva, optimizando al máximo los recursos y facilitando también su gestión y desarrollo en el tiempo, sin renunciar a obtener la máxima calidad tanto al nivel de diseño como al nivel de usos y funcionamiento.
Un gran pulmón verde en el corazón de la ciudad
La pasisajista Teresa Galí-Izard ha sido la responsable del diseño de esta gran zona verde, junto a los arquitectos Iñaki Ábalos y Renata Sentkievicz. Un proyecto que partía de la premisa de adaptarse a las diferentes circunstancias de partida de la parcela.
Por un parte, la zona este, una gran área plana donde destacan los lucernarios que iluminan la zona de andenes; por otra, sobre la estación soterrada, donde la topografía, la triangulación del forjado, condicionaba la intervención.
Los sistemas de riego y la configuración del terreno determinaron la vegetación. Así, en las grandes campas planas se han plantado especies tapizantes; por un lado césped en las zonas regadas por aspersores y ‘Stipa tenuissima’ en los límites de estas campas.
Pero es en la colina donde se puede apreciar una mayor diversidad de especies: en sus aristas se han plantado especies arbustivas marcando espacios diferenciados, y junto a ellas, en ámbitos de secano, gramíneas tipo ‘Stipa tenuísima’.
La nueva estación de ferrocarril, incluso, estará unida mediante una cubierta transitable a la futura terminal de autobuses. En el entorno, la estructura exterior de los catorce lucernarios que iluminan la nave de andenes y un lago jalonarán la superficie verde.
En cuanto al arbolado, se han plantado ‘Platanus x hispanica’ y ‘Robinia pseudoacacia’ enmarcando las grandes praderas y los recorridos que ellas generan.
El pavimento ha sido elegido con la premisa de facilitar la accesibilidad y conseguir al mismo tiempo que sea lo más permeable posible para recolectar la máxima cantidad de agua de lluvia e incorporarla al subsuelo.
Así, se ha elegido un pavimento granular estabilizado con un material que permite el tránsito peatonal con comodidad y un pavimento de caucho para instalar sobre él los juegos infantiles. Éstos se encuentran situados en dos zonas -junto a la colina y en el tramo intermedio del parque-, completando la dotación de elementos urbanos: areneros, bancos, papeleras, luminarias, etc.
El sistema de iluminación adoptado tiene grados de intensidad bien definidos, buscando minimizar la contaminación lumínica pero incrementando la intensidad en las zonas más transitadas. Se han instalado diversos tipos de luminarias, entre las que figuran las de tipo solar y balizas empotradas en el pavimento.