Este contaminante a altas concentraciones es un peligro para la salud, ya que pueden irritar las vías respiratorias, causar dificultades para respirar y daños pulmonares. También puede desencadenar ataques de asma.
Se considera que cuando las concentraciones durante ocho horas son superiores a 240 µgr/m3 existe la probabilidad de efectos significativos en la salud (OMS 2005). Cabe suponer que a estos niveles tanto los adultos sanos como los asmáticos experimentan una reducción considerable de la función pulmonar, así como inflamación de las vías respiratorias, que provocaría síntomas y alteración del rendimiento. Igualmente, hay otros motivos de preocupación por el aumento de la morbilidad respiratoria de los niños.
El ozono también conlleva graves impactos ecológicos y económicos. Se puede dañar la vegetación y reducir el rendimiento de las cosechas. En consecuencia, los costos de la contaminación por ozono son de gran preocupación para los servicios nacionales de salud, los agricultores, los silvicultores y otros.No obstante, no todas las personas son igual de sensibles a niveles elevados de ozono, Personas asmáticas o niños pueden experimentar molestias incluso en niveles más bajos que los umbrales de alerta de 240 µgr/m3.
Grupos de mayor riesgo ante el ozono
Los efectos del ozono en la salud humana varían en función de la sensibilidad individual y de la exposición y concentración de este contaminante en la atmósfera. Las personas más sensibles deberían adoptar precauciones cuando los niveles sobrepasan los 180 µg/m3. Se considera personas particularmente sensibles:
- Niños: son el mayor grupo de riesgo a la exposición, al realizar frecuente actividad física al aire libre.
- Adultos que realizan actividades físicas prolongadas en el exterior: Respiran más rápido y profundamente, lo que facilita la penetración del ozono en los pulmones.
- Personas con enfermedades respiratorias crónicas: se pueden ver agravadas.
- Personas especialmente sensibles al ozono.
Síntomas más probables en caso de concentraciones superiores a los 240 µg/m3
El aumento de los niveles de ozono a concentraciones superiores a los 240 µg/m3 es motivo de inquietud por los efectos adversos que este compuesto podría ejercer :
La salud humana: Sus efectos dependen más de la duración de la exposición que de las concentraciones máximas por hora.
- Deterioro de la función pulmonar. Envejecimiento prematuro de los pulmones.
- Irritación ocular, de nariz y garganta.
- Malestar en las vías respiratorias y tos.
- Mayor incidencia de ataques asmáticos y síntomas de disfunción respiratoria en asmáticos.
- Cefaleas.
- Alteración del sistema inmunológico.
Los materiales: El ozono tiene efectos corrosivos sobre la pintura, los géneros textiles, los cauchos y los plásticos. No obstante, estos daños suelen ser limitados, bien porque sean materiales resistentes por haber sido tratados con medidas preventivas (incorporación de antioxidantes), o porque su vida útil es, en cualquier caso, bastante corta. En cambio, los monumentos de piedra y mármol así como las obras de arte pueden sufrir daños graves por la exposición prolongada al ozono.
Los ecosistemas: La exposición al ozono en concentraciones superiores podría provocar daños foliares y pérdidas de producción en cultivos y algunos tipos de vegetación.
- Síntomas en las hojas (partes decoloradas, pigmentadas o necrosadas).
- Menor crecimiento de las hojas y otros órganos vegetales.
- Menor rendimiento y calidad de las plantas individuales.
- Menor rendimiento y calidad de cultivos y árboles.
- Predisposición de las plantas a ataques mortales por plagas de insectos o enfermedades.
¿Qué puedo hacer yo para proteger mi salud?
Si el nivel es moderado, alto o muy alto puede optar por las siguientes directrices de advertencia:
- Nivel moderado: nivel de ozono (120-180 µg/m3) : efectos leves en individuos más sensibles pero con poca probabilidad de que requieran la adopción de medidas adicionales. No obstante, las personas con asma u otras enfermedades respiratorias deberían considerar la posibilidad de reducir la exposición prolongada limitando las actividades al aire libre.
- Nivel alto: nivel de ozono (180-240 μg/m3): pueden darse efectos significativos en individuos más sensibles, tales como la dificultad de respirar, opresión en el pecho, tos, respiración sibilante, irritación de los ojos o la garganta. Posibles efectos en niños y adultos que realizan actividades al aire libre. Las personas con asma u otras enfermedades respiratorias deben reducir la exposición prolongada evitando las actividades al aire libre. En general se recomienda que todas las personas limiten las actividades al aire libre de forma prolongada.
- Nivel de ozono muy alto o situación de alerta: nivel de ozono (> 240 μg/m3) : pueden ocurrir efectos más graves en personas sensibles, niños y adultos que realizan actividades al aire libre, como dificultad para respirar, opresión en el pecho, tos, respiración sibilante, irritación de los ojos o la garganta. Se recomienda que las personas con asma u otras enfermedades respiratorias, los niños y los ancianos permanezcan en lugares interiores. En general, todas las personas deberían evitar actividades prolongadas al aire libre mientras se den estos niveles.
Además de las directrices mencionadas anteriormente, usted puede considerar los siguientes consejos de carácter general que sean pertinentes en toda la gama de ozono altos niveles de contaminación:
- Las concentraciones de ozono en interiores son en general más bajas (inferior al 50%) que en lugares al aire libre. Hay muy pocas fuentes de ozono de interior en la mayoría de los hogares (por ejemplo, fotocopiadoras).
- Cuanto más intensamente respiramos, nuestros pulmones más se exponen al ozono y a otros contaminantes atmosféricos. Por lo tanto, conviene evitar el ejercicio al aire libre en días laborables soleados de junio, julio y agosto especialmente en los momentos en que los niveles de ozono tienden a alcanzar un pico más elevado normalmente por la tarde.
Medidas preventivas para reducir la contaminación
- Ahorrar energía.
- Realizar un mantenimiento periódico del vehículo y mantener la presión de los neumáticos en sus niveles normales de uso.
- Evitar los desplazamientos con el vehículo que sean innecesarios y puedan realizarse a través del transporte público.
- Llenar el depósito de combustible después del atardecer.
- Usar el transporte público o medios no contaminantes.
- Emplear pinturas y productos de limpieza sin disolventes orgánicos.
- Estabilizar el aire acondicionado a temperatura superior a 25ºC.
Instrucción técnica de la D.G. de Calidad Ambiental sobre los niveles de ozono. [pdf 80 Kb]