Historia del CEIS-Rioja, Antecedentes.
Antes de la puesta en marcha operativa del Consorcio para el Servicio de Extinción de Incendios, Salvamento y Protección Civil de La Rioja, existían tres Parques de Bomberos en la Comunidad Autónoma de La Rioja. Estos Parques se encontraban ubicados en las localidades de Arnedo, Calahorra y Haro y dependían tanto funcional como orgánicamente de sus respectivos ayuntamientos.
Trabajaban de forma autónoma e independientes unos de otros, no existía una clara coordinación entre ellos y solamente en grandes siniestros se solicitaba su apoyo, por lo que su eficacia era muy limitada.
Su organización interna, su horario de trabajo, sus retribuciones, su limitada formación y selección, obedecían a unos criterios fundamentalmente locales y, por lo tanto, distintos entre sí, y no comarcales como hubiese sido más conveniente. Los medios con los que contaban también eran limitados y en muchos casos incompatibles entre ellos.
La financiación inicialmente era municipal. Cada Ayuntamiento sufragaba los gastos que se ocasionaba el mantenimiento de sus respectivos Parques, pero posteriormente y gracias a que cada municipio había suscrito un Convenio con la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de La Rioja, ésta les reintegraba los gastos, previa justificación, a cada uno de los tres ayuntamientos a los que se referían los gastos corrientes. En relación con las inversiones, el sistema más habitual fue el de la compra directa por parte de la Comunidad Autónoma y su posterior cesión al Ayuntamiento.
Ante esta situación, la extinta Consejería de Desarrollo Autonómico, Administraciones Públicas y Medio Ambiente, se planteó la creación de un ente que, entre otras cuestiones, aglutinase estos tres Parques de Bomberos, confiriéndoles un claro carácter de Parques Comarcales, que utilizase los recursos, tanto materiales como humanos al máximo, mejorando la eficacia y eficiencia con una perfecta coordinación entre todos ellos.
Se complementaba el plan con un cuarto Parque. Aunque tutelado por la Comunidad Autónoma de La Rioja, el nuevo organismo debería tener personalidad jurídica propia e independiente de quienes lo formasen, debería ser ágil y rápido en sus decisiones y con una clara idea de ofrecer un buen servicio a los ciudadanos. Rápidamente se pensó en en la figura jurídica del Consorcio como una administración nueva, con capacidad para la realización en régimen de gestión directa, del servicio de extinción de incendios, salvamento y protección civil en el territorio de la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Así, poco a poco, dialogando con los ayuntamientos directamente implicados, con las organizaciones sindicales más representativas, con los propios empleados públicos de los Parques, buscando las fórmulas más adecuadas para su financiación, siempre pensando en que la supervivencia del Consorcio estuviese garantizada, se fue construyendo aquel ente, inicialmente desconocido y que en el año 2009 cumplió diez años.