En el año 2000, debido a la existencia de restos arqueológicos en la zona, se paralizaron las obras de mejora de esta intersección y se ejecutó una solución diferente a la inicialmente prevista. Aunque no se han detectado accidentes graves en la zona se ha venido manifestando por parte del Ayuntamiento la problemática de los vehículos que acceden desde la carretera LR-430 a la LR-136 (Variante de Tricio) debido a que no existe carril de incorporación.
El Gobierno de La Rioja retoma la solución proyectada en 2000 y, respetando los restos arqueológicos, acomete las actuaciones de mejora de esta intersección optando por elevar la rasante de la carretera LR-136 aproximadamente un metro así como los carriles de incorporación a Arenzana y a Tricio.
Se ha previsto cubrir los restos arqueológicos con una capa de arena con un espesor mínimo de 30 cm y sobre ellos colocar un firme rígido consistente en una losa de hormigón armado de 30 cm de espesor en la zona estrictamente necesaria debido a la singularidad y el coste de la solución, con un elemento de transición que controle los movimientos en la junta de transición entre el firme rígido y el flexible convencional.