XXI ENCUENTRO DE CONSEJOS ESCOLARES AUTONÓMICOS Y DEL ESTADO

"EL PROFESORADO DEL SIGLO XXI"


Investigaciones procedentes del ámbito académico, estudios promovidos por organismos e instituciones nacionales e internacionales y recomendaciones formuladas en el marco de la Unión Europea a los países miembros han puesto el acento en las políticas orientadas a mejorar la competencia profesional del profesorado como un instrumento decisivo para la mejora de la calidad de los sistemas de educación y formación. Calidad educativa entendida en un sentido complejo que comprende las personas, los recursos, los procesos y los resultados, y que resulta indisociable de la noción de equidad.


cartelImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoCon frecuencia, esta preocupación compartida resalta el hecho de que los sistemas educativos con mejores resultados se caracterizan por disponer de profesores con una sólida formación, una elevada vocación, una alta motivación y que están comprometidos con el progreso de su alumnado.


En la próxima década, y por razones demográficas, más de 200.000 profesores abandonarán en nuestro país el sistema educativo a consecuencia de su jubilación.



Este profesorado experimentado, que constituye uno de los pilares fundamentales del sistema educativo, habrá de ser sustituido por otro perteneciente a una nueva generación. Por la magnitud de esa cifra —que equivale a cerca de la tercera parte del actual profesorado de enseñanzas anteriores a la universidad— y por el decisivo impacto que tiene la competencia profesional del profesor sobre los resultados de los alumnos, el desafío que se cierne sobre nuestra sociedad es colosal. Como también lo es la oportunidad de renovación y mejora que se abre ante la educación española.


Es un hecho ampliamente compartido que la calidad de un sistema educativo no puede ser superior a la calidad de su profesorado. Por tal motivo, si no acertamos al actuar sobre este factor clave de la calidad educativa, servirá de poco que mejoremos en otros aspectos cuya incidencia es, a la luz de evidencias consolidadas, mucho menor. No obstante, sería injusto y además erróneo considerar al profesorado de forma aislada del contexto en el que desempeña su función. Los condicionantes del entorno social y las características organizativas del centro educativo en el que desarrolla su labor, pueden reforzar o limitar los efectos de un buen profesor sobre los resultados educativos de sus alumnos.


Parece pertinente, que los Consejos Escolares aborden esta temática central y que lo hagan teniendo en cuenta la perspectiva global del sistema educativo y las condiciones en las que trabaja el profesorado. Nos asiste la responsabilidad de asesoramiento a las Administraciones, en materia educativa, que nos atribuye la legislación educativa vigente, en particular sobre aquellas cuestiones que constituyen los principios básicos de la calidad del sistema educativo.


Sobre las diferentes problemáticas que conciernen al profesorado (formación, situación laboral, incentivos económicos, carrera docente, condiciones de trabajo, enfermedades profesionales, etc. Existen multitud de análisis, diagnósticos y propuestas, elaborados por instituciones competentes que, año tras año, acumulan reflexiones y evidencias. No obstante, al tratar esta cuestión, el interés de los Consejos Escolares no se centra sólo en los enfoques puramente académicos, aunque valore de ellos las evidencias empíricas reiteradamente consistentes que puedan proporcionar. Su aproximación parte de la constatación de problemas y de la reflexión sobre cuestiones que afectan, aquí y ahora, al conjunto del sistema educativo como tal y que constituyen auténticos obstáculos para su mejora en el medio y largo plazo.


A pesar de los esfuerzos hasta ahora realizados, se plantean muchas dudas sobre la pertinencia y la eficacia del actual sistema de selección y de formación del profesorado, así como sobre la existencia de suficientes mecanismos de evaluación externa, de apoyo y de estímulo. El problema se extiende, también, a la preparación de los docentes para el desempeño de otras tareas profesionales específicas que tienen que ver con la gestión del grupo-clase, con el logro de un buen clima escolar, con la transmisión de valores universales, con la consideración de la interculturalidad, con la relación con las familias, etc. Y, además, afecta a esas otras funciones propias del trabajo en un centro educativo, tales como la acción tutorial, la orientación educativa, la coordinación con otros miembros del equipo pedagógico, la jefatura de departamento, la jefatura de estudios, la administración y la dirección, que resultan decisivas para lograr el éxito de la institución escolar. Todas estas funciones requieren de habilidades y conocimientos específicos, y están necesitadas, igual o más que la docencia, de una adecuada preparación e incentivación.


Por otra parte, el establecimiento de un Estatuto de la función docente que fije un marco básico en el que se recojan los derechos y deberes del profesorado, se dignifique su labor y se sienten las bases estables para el ejercicio de la profesión docente, se ha postergado tras negociaciones largas e inconclusas. La transcendencia de esta norma aconseja que la recuperación del diálogo político y social se constituya en una auténtica prioridad.
El presente documento ha centrado su atención en cinco grandes aspectos relativos al profesorado que preocupan a los Consejos Escolares Autonómicos, esto es:

  • Cualidades y competencias del profesorado
  • Selección y acceso a la profesión docente
  • La formación profesional inicial del profesorado
  • La formación permanente
  • La evaluación del profesorado

Con la celebración de su XXI Encuentro, los Consejos Escolares Autonómicos y del Estado pretenden culminar, de un modo organizado, una reflexión sistemática sobre el profesorado del siglo XXI, que viene desarrollándose durante los dos últimos años. Se trata de ofrecer a las Administraciones, a la Comunidad Educativa y a la propia sociedad algunas orientaciones y recomendaciones de carácter general, que, a modo de principios inspiradores, promuevan la reflexión y faciliten su concreción en un Pacto de Estado que aporte estabilidad al sistema por encima de los vaivenes políticos. Su propósito es, en definitiva, servir de ayuda a los necesarios procesos de mejora.


Programa de las jornadas:  Documento PDF PROGRAMA (1.2 MB) (4 páginas) 

Conclusiones del encuentro:  Documento PDF Conclusiones XXI Encuentros (101.8 KB) (3 páginas)