El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones es un impuesto que se exige en todo el territorio español, sin perjuicio de lo dispuesto en los regímenes tributarios forales del País Vasco y Navarra y grava los incrementos patrimoniales obtenidos a título lucrativo por personas físicas.

Los incrementos patrimoniales obtenidos por personas jurídicas no están sujetos a este impuesto sino que se someterán al Impuesto sobre Sociedades.