Como se sabe, la industria del calzado utiliza todavía técnicas artesanales en algunos de sus procesos. Esto se debe a la gran cantidad de variantes de producto, al complejo proceso de fabricación y ensamble.
Por esto el consorcio de institutos que integra Robofoot que la robótica contribuya en buena medida a superar las complejidades de fabricación de este sector y a aumentar sensiblemente su productividad. Para concretarlo, el proyecto tiene previsto introducir a lo largo de los próximos dos años y medio soluciones robotizadas en un conjunto de operaciones que se realizan actualmente de forma manual.
Según datos de la Comisión Europea del año 2007, el sector europeo del calzado está integrado por 26.100 empresas, factura 30.300 millones de euros al año y da empleo directo a 368.000 personas. Dos tercios del total de la producción de calzado de la UE se concentra en tres países: Italia, España y Portugal.
Robofoot está formado por un consorcio de entidades procedentes de España, Italia y Alemania, entre las que se encuentran cuatro centros tecnológicos (Tekniker-IK4, Inescop, CNR-ITIA y DFKI), cuatro compañías industriales (COMAU, Robotnik, QDesign y AYCN) y dos empresas fabricantes de calzado (Pikolinos y Rotta). El proyecto está liderado por el centro tecnológico Tekniker-IK4, con sede en el País Vasco.
En concreto, el consorcio investigará en nuevas formas de manipulación de productos no rígidos, en estrategias de control y métodos de programación de robots más usables basados en la utilización de la información proporcionada por sensores, y finalmente en el rediseño de alguno de los procesos de producción del calzado.
El proyecto Robofoot, con un presupuesto global de 3,7 millones de euros, de los cuales 2,56 están financiados en el marco del VII Programa Marco de la Unión Europea, inició sus trabajos el pasado mes de septiembre, y tiene prevista su finalización en febrero de 2013 después de dos años y medio de trabajo.