Los eurodiputados examinaron, en segunda lectura, la regulación que negocian las instituciones de la UE acerca de las informaciones obligatorias que deben llevar las etiquetas de los productos agroalimentarios.
El punto central de esta normativa será imponer que los alimentos indiquen en su envase su contenido en calorías, grasas, proteínas o azúcares por cada por cada 100 gramos o 100 mililitros.
El Consejo de ministros de la UE (que representa a los Gobiernos) ya llegó a un acuerdo, en primera lectura, sobre ese nuevo requisito pero hoy, la comisión de la Eurocámara propuso que además, se obligue a expresar el contenido de un alimento en "grasas-trans".
Esa mención podrá figurar en cualquier parte del envase, según explicó en rueda de prensa la alemana Renate Sommer (Partido Popular Europeo, PPE), ponente del informe del PE sobre el etiquetado de los alimentos.
Los eurodiputados apoyaron que las empresas con menos de 10 empleados y de 2 millones de euros de facturación queden excluidas de esa exigencia.
Por otra parte, según la ponente, la comisión del PE también respaldó adjuntar la "fecha de congelación" en el caso del pescado o carne de ave.
Otro aspecto de la normativa es la idea de expresar el país de origen de un alimento y en este punto hay desacuerdo entre la Eurocámara y el Consejo de la UE.
Además, ya existen algunas reglas aparte en sectores como el de frutas y verduras, recordó Sommer.
Los ministros de la UE respaldaron en su momento expresar la procedencia en el caso de la carne y hoy, la comisión parlamentaria aprobó enmiendas para reclamar que se mencione el origen en la leche, lácteos, frutas, verduras y otros ingredientes frescos.
La ponente advirtió de la complicación de sacar adelante este tipo de etiquetado de origen, que es aún mayor para las carnes si el animal ha nacido, ha sido criado o sacrificado en distintos sitios y después hay que expresarlo.
Sommer recalcó que en el sector agroalimentario hay muchas pymes y estas exigencias "les superarán", además de criticar que los países y algunos eurodiputados estén tomando una actitud proteccionista en este aspecto.
El Consejo de ministros de la UE y la Eurocámara seguirán discutiendo, con el fin de que la nueva regulación sea ratificada por el pleno del PE en el mes de julio.