Los niños chilenos reciben una alimentación adecuada en las escuelas públicas. Ésa es la principal conclusión del primer estudio chileno sobre la presencia de arsénico y mercurio en los alimentos. La investigación fue realizada por la Universidad Santiago de Chile, la del Bío-Bío y la Austral de Valdivia, y abarcó a 65 escuelas a lo largo de Chile. El estudio concentró al 10 por ciento de la población de Chile, la que corresponde al grupo etario escolar entre los 6 y 18 años.