26 de febrero de 2010
El Gobierno de La Rioja, a través de la Agencia de Desarrollo Económico (ADER), destinará este año un total de 23 millones de euros para ayudas directas a las empresas riojanas en materia de innovación, lo que supone un incremento del 11,68 por ciento con respecto a la cantidad destinada en 2009. Esta cantidad supone más de la mitad del presupuesto que tiene la ADER para 2010 y que se destina a diferentes líneas de ayuda dirigidas tanto a aquellas empresas que nunca han realizado innovación y quieren empezar como a las que ya han iniciado este camino y pretenden involucrase en proyectos de investigación y desarrollo internacionales.
Las líneas de ayuda puestas a disposición de las empresas abarcan desde subvenciones a fondo perdido para realizar proyectos de I+D, asesoramiento y consultoría de innovación, apoyar a empresas jóvenes e innovadoras, agrupaciones empresariales innovadoras o 0'cluster' y consultoría para la definición y presentación de proyectos de I+D+i internacionales, hasta líneas de ayuda en materia de financiación (bonificación de préstamos y avales). Asimismo, incluye subvenciones para fomentar la innovación en la gestión, la implantación de Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación o incorporación del diseño.
Aumentar la competitividad
El objetivo de estas ayudas, enmarcadas en el Plan Estratégico de subvenciones de la ADER para 2010, es, según el consejero de Industria, Innovación y Empleo, Javier Erro, «aumentar la competitividad de las empresas y ayudarlas a hacer frente a la crisis económica». Con ello, se busca aumentar el número de empresas innovadoras e incrementar la base tecnológica en las empresas de sectores tradicionales.
Actualmente, La Rioja cuenta con 903 empresas innovadoras (un 24,9% del total) que en los últimos tres años han presentado un total de 2.246 proyectos. El gasto empresarial en I+D+i en la región es del 56,3%. A pesar de la crisis, en la convocatoria de 2009 las firmas presentaron 939 proyectos, un 1,9% más que en 2008, si bien la inversión prevista de estos proyectos descendió un 22,6% con respecto al año anterior. Estos datos, según Erro, demuestran que las empresas «siguen apostando por la innovación como instrumento para mejorar su competitividad, aunque no puedan realizar grandes inversiones».