27 de mayo de 2010

La Presidencia Española del Consejo de la UE ha conseguido avances concretos en la construcción de una verdadera política europea de I+D y de una economía del conocimiento, a través del impulso definitivo al Espacio Europeo de Investigación (ERA, por sus siglas en inglés). Así lo ha resaltado hoy en Bruselas la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Competitividad (Investigación) de la UE, el último que se celebra bajo Presidencia Española.

Las conclusiones adoptadas en este Consejo, así como en el anterior celebrado el pasado marzo, permiten al Ministerio de Ciencia e Innovación cumplir con éxito la totalidad de programa que había comprometido al inicio del semestre de Presidencia, dentro de sus tres ejes de prioridades: Integración, Implicación en Inclusión.

En el Consejo de Competitividad celebrado el pasado mes de marzo los ministros de Ciencia avanzaron, entre otros asuntos, en la eliminación de las barreras que existen actualmente a la movilidad de investigadores y en la generación de un marco adecuado para su carrera en el seno de la Unión, lo que constituye uno de los pilares del ERA. Hoy los ministros han impulsado la denominada "dimensión social" del Espacio Europeo de Investigación, y han apostado por una ciencia más eficiente con menores trabas administrativas a grupos de investigación y empresas.

Garmendia ha explicado que todas las acciones prioritarias impulsadas por Ciencia e Innovación durante Presidencia Europea se inspiran y tienen su reflejo en las políticas del Ministerio a nivel nacional. De hecho, la ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación o la futura Estrategia Estatal de Innovación contienen medidas importantes para facilitar la movilidad de los investigadores y mejorar sus condiciones de trabajo, para eliminar la burocracia y las trabas administrativas o para implicar más a la ciencia en nuestros retos sociales y económicos.

Menos burocracia en las ayudas a la I+D+i

La simplificación de los programas de apoyo a la I+D a través de la reducción de la burocracia es una condición esencial para avanzar en la construcción del ERA y para el éxito de la estrategia UE-2020. Además, ha constituido uno de los objetivos fundamentales del Ministerio de Ciencia e Innovación durante la Presidencia.

En esta línea el Consejo de Competitividad ha adoptado hoy otro documento de conclusiones dirigidas a mejorar la calidad, accesibilidad, transparencia y procedimientos de los distintos mecanismos de financiación y programas de apoyo a la investigación e innovación europeas.

Algunos de los principios que regirán esta ayuda a la I+D+i serán la sencillez, la coherencia, la financiación orientada a los resultados y un enfoque basado en la confianza en los investigadores y las empresas, que limite las exigencias previas y trámites previos, reforzando la rendición de cuentas. Esto supone por tanto un cambio administrativo y cultural que también tiene su paralelismo dentro de nuestras fronteras, donde el Ministerio de Ciencia e Innovación, a través del Centro para el Desarrollo tecnológico e Industrial -entidad que centraliza todas las ayudas a empresas del Ministerio- ha reducido las exigencias de avales y ha establecido procesos más eficientes y con menor burocracia.

Una ciencia más comprometida contra la pobreza

El Consejo ha puesto énfasis en la importancia del desarrollo de la dimensión social del ERA. Se trata de una iniciativa impulsada por primera vez desde la Presidencia Española de la UE, gracias a la cual, según lo adoptado hoy, las políticas europeas de ciencia e innovación tendrán en cuenta la lucha contra la pobreza y la exclusión social, a través de acciones como las siguientes:

El fomento de la difusión del conocimiento científico y el acceso a las tecnologías para aprovechar al máximo su impacto en el conjunto de la sociedad, en particular por los países que más lo necesitan.
La incorporación de la investigación y la innovación en las políticas y programas de cooperación y ayuda al desarrollo.
El cierre de las brechas con los países menos desarrollados mediante la cooperación en I+D+i.
Estas cuestiones, lanzadas a nivel europeo, encuentran también su reflejo en las políticas nacionales, con una creciente colaboración entre el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), y con la incorporación de la dimensión social de la ciencia en el texto de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.

Como parte del compromiso de España con esta idea de la dimensión social de la ciencia, Garmendia ha anunciado la puesta en marcha de un proyecto piloto en materia de prevención de desastres naturales que el Instituto Geológico y Minero de España (el IGME), dependiente del Ministerio, va a llevar a cabo en Haití como apoyo a la reconstrucción del país. Se trata de un análisis geológico y geomorfológico para la caracterización de la vulnerabilidad del territorio afectado por el reciente terremoto. Sus resultados permitirán diseñar un Plan para la reubicación de áreas urbanas amenazadas por fenómenos geológicos como los terremotos.

Paralelamente, el Consejo de Competitividad también ha adoptado otras conclusiones que marcan orientaciones políticas acerca de diversos ámbitos del Espacio Europeo de Investigación, como las infraestructuras, las sinergias entre fondos en apoyo de la I+D+I o las Asociaciones Público Privadas (PPPs, en sus siglas en inglés). Estas orientaciones han sido preparadas sobre la base de los resultados de las conferencias ECRI, WIRE y del 7PM, respectivamente, organizadas todas ellas por la Presidencia Española en este semestre.

Destaca especialmente el apoyo a la mujer en la ciencia y la tecnología europeas que ha realizado el Consejo, que ha reconocido la necesidad de una gestión de recursos humanos en las instituciones de investigación de la UE más consciente de las cuestiones de género, y ha invitado a la Comisión a presentar una comunicación sobre el tema del género y la investigación a partir de 2010.

Aportaciones al Plan Europeo de Investigación e Innovación

La Estrategia UE-2020 propone siete iniciativas emblemáticas, de las que destaca la "Unión para la Innovación". En esta iniciativa se enmarcará el futuro Plan Europeo de Investigación e Innovación que se espera presente la Comisión en septiembre y sea aprobado por el Consejo Europeo de otoño.

El Consejo adoptado unas conclusiones con orientaciones políticas a la Comisión y a los Estados miembros sobre los aspectos prioritarios que debería recoger dicho Plan, englobadas en 5 ejes: financiación, mercados, gobernanza, regiones y personas.

Este Plan está alineado con los ejes abordados por la Estrategia Estatal de Innovación que prepara actualmente el Ministerio de Ciencia e Innovación; una estrategia que incidirá en toda la cadena de valor del conocimiento, desde que éste se genera hasta que se aplica a nuevos productos y servicios.