El Gobierno vasco ha retirado del mercado 1.500 pares de zapatos desde que hace poco más de un año pusiera en marcha la campaña de inspecciones para detectar la presencia en el calzado de un producto tóxico, el dimetilfumarato, que provoca alergias en la piel, como erupciones, eczemas y quemaduras junto con trastornos respiratorios y articulares más graves. La asociación de afectados por este fungicida en España, Andafed, y la agrupación de consumidores Facua censuraron ayer que año y medio después de saltar las alarmas por las intoxicaciones con este producto aún sigue apareciendo en el mercado el calzado tóxico y se registran nuevos casos «sin que las autoridades hayan realizado campañas informativas y de prevención».
La primera alerta motivada por la presencia de dimetilfumarato en zapatos -la sustancia se encuentra en las bolsitas que se introducen en el calzado semejantes a las de sílice- saltó a mediados del mes de diciembre de 2008. Una vecina de Vitoria fue la que destapó el escándalo y ahora se ha convertido en la responsable de la agrupación de afectados. «Me compré unas botas que me provocaron una alergia terrible. Tuve los pies hinchados, hasta cuatro tallas más que la mía, con ampollas, quemaduras... no se me distinguían los pies, todo era una masa negra. Estuve tres meses de baja», relata Marga Santamaría, impulsora de la plataforma de víctimas, Andafed.
Desde este primer caso, la inspección de consumo del País Vasco ha realizado un total de 364 actuaciones de vigilancia y control. Además, en las oficinas territoriales de Consumo del Gobierno vasco se han registrado una docena de denuncias por posible presencia de dimetilfumarato en zapatos, que son de numerosas marcas diferentes, pero coinciden en que han sido fabricados o importados de China.
Los inspectores vascos han tomado muestras de 42 modelos de calzado. Los análisis realizados en el centro de investigación y control de la calidad permitieron determinar que 25 de ellos contenían el agente tóxico. El Gobierno vasco emitió 18 alertas a través del Sistema de Intercambio Rápido de Información para que los zapatos pudieran ser detectados e inmovilizados. Las otras siete marcas 'contaminadas' ya habían sido denunciadas por otras comunidades. «Fruto de esas actuaciones de la inspección de Consumo se retiraron del mercado de 1.497 pares de calzado», destacaron ayer los portavoces de este área del Ejecutivo autónomo. Euskadi es la segunda comunidad por detrás de Andalucía en la que se han realizado más notificaciones de productos contaminados.
300 damnificados
Los responsables de Andafed han recogido 300 casos de personas con alergias por el uso de estos zapatos peligrosos en toda España, de los que más de una treintena son vascos que han sufrido lesiones graves. «Pero hay muchas personas que sufren estas irritaciones cutáneas y que desconocen cuál es su origen. Por eso es fundamental que las autoridades informen a los ciudadanos», señala Santamaría. Ha reclamado ante numerosas instituciones que se lleven a cabo campañas para alertar a los consumidores y programas de inspección que permitan detectar los zapatos impregnados con el fungicida antes de que lleguen a las tiendas. «La gente cree que ese calzado sólo se vende en los 'chinos', pero no es así.
Muchas tiendas, desde pequeños comercios a grandes cadenas, importan zapatos fabricados en China», detalla Santamaría.
En los últimos meses, Andafed ha trasladado sus quejas al Defensor del Pueblo, al Ararteko, al Senado y al Congreso. Ha conseguido que su denuncia sea recogida por el PP y UPyD. En Euskadi, el representante del partido de Rosa Díez, Gorka Maneiro, ha presentado una pregunta parlamentaria para que la Cámara vasca trate el asunto.