Los estudios realizados por la Administración riojana sobre las variedades locales más extendidas en la región pusieron de manifiesto la existencia de otras variedades que, de manera muy minoritaria, se encontraban dispersas por el territorio riojano, y de las que existía escasa o nula información.
Para evitar que los arranques de fincas de olivar tradicional pusieran en riesgo la pervivencia de estos ejemplares, el Gobierno de La Rioja comenzó en 2004 un proyecto de búsqueda, identificación y recuperación de variedades minoritarias dentro del territorio de la comunidad autónoma. Para su desarrollo, ha sido vital la participación de los agricultores, ya que en muchos casos son los propietarios de los árboles los que suministran información.
Para la identificación de las variedades se han empleado distintos métodos, a medida que la ciencia ha ido evolucionando. En los inicios del proyecto, no existían métodos analíticos, por lo que se empleaba la caracterización morfológica de árbol, hoja, fruto y hueso, para su comparación con las fichas descriptivas de las variedades conocidas. Este trabajo es tedioso y en ocasiones impreciso, ya que el número de variedades de olivo existentes en el mundo es muy elevado.
A partir de 2014 se comenzaron a emplear métodos basados en el análisis de ADN, que mejoraron la eficiencia y la eficacia de la identificación de los ejemplares.
En 2017 se estableció una colaboración entre el Instituto Andaluz de Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) y el Servicio de Investigación Agraria y Sanidad Vegetal del Gobierno de La Rioja, para la aplicación del método analítico desarrollado por dicho instituto en la identificación de los genotipos de los árboles localizados. El instituto andaluz realiza un cruce de los resultados con su base de datos de genotipos para identificar aquellos que puedan constituir una variedad minoritaria local. Por su parte, el Gobierno de La Rioja envía material vegetal de estos ejemplares, para que el IFAPA pueda multiplicarlo e incorporarlo al Banco Mundial de Germoplasma de Variedades de Olivo que gestiona en Córdoba.
Fruto del trabajo de estos años, se han localizado más de 50 genotipos que no estaban incluidos en la base de datos de IFAPA. De todos ellos, más de la mitad pueden ser considerados como variedad, ya que se ha encontrado más de un ejemplar diseminado por el territorio riojano, lo que evidencia que se ha producido multiplicación vegetativa en algún momento.
Los ejemplares localizados que revierten interés son multiplicados y plantados en dos parcelas ubicadas en la Finca La Grajera, propiedad de la Comunidad Autónoma de La Rioja, que constituyen, desde su creación en 2007, el Banco de Germoplasma de Olivo de La Grajera (BGOLG). Para la divulgación de los resultados, y dado que es un proyecto vivo en constante crecimiento, se cuenta con un mapa temático interactivo, elaborado en colaboración con el Área de Ordenación del Territorio y su proyecto de Infraestructura de Datos Espaciales (IdeRioja). En él se muestra la información de los genotipos plantados en una de las parcelas que constituyen el BGOLG.
La participación en este proyecto de agricultores y particulares que cuenten con olivos centenarios está abierta. Si cree que cuenta con algún árbol del que desconozca la variedad, o que crea que puede pertenecer a una variedad minoritaria, puede ponerse en contacto con la Sección de Gestión de Medios Agrarios en el siguiente teléfono: 941 29 11 48.