El ingenio humano no tiene límites, y en algunos casos tampoco belleza. Aunque eso depende de lo que sea bello para cada uno de nosotros. A lo que voy es que para mí estos tenis deportivos son feos, pero bastante novedosos.
Diseñados por Gabriel Dishaw, estos Nike Air Max 2011 computarizados se han convertido en los tenis más tecnológicos tras una labor de 90 horas.
Como parte de sus esculturas Junk Art, Dishaw creó estos Nike usando placas madres, partes de máquinas de escribir, chips, cables, puertos USB e incluso una máscara de oxígeno de una avión 747. Una estupenda forma de reciclar aparatos viejos y sin uso.