La necesidad de dar respuesta a la demanda de productos sanos y prácticos, ha supuesto la aplicación de varias tecnologías con un grado mayor o menor de procesamiento. Los recubrimientos comestibles son una de las posibilidades que la industria ha desarrollado para alargar la vida útil de los productos y conservar sus propiedades nutricionales y características sensoriales.
Esta tecnología consiste en la aplicación de una película comestible delgada que recubra el alimento, creando una barrera entre el alimento y la atmósfera que lo rodea. Dicha barrera protege así al alimento, inhibiendo o retrasando la migración de humedad, oxígeno, CO2 u otros compuestos, pudiendo además servir como vehículo para la incorporación de aditivos como los compuestos antioxidantes o agentes antimicrobianos.
Así, se evita la degradación del producto conservando su calidad. Además, cada uno de estos recubrimientos presenta sus propias funcionalidades, según las necesidades de cada producto; adaptándose así a sus requisitos específicos y ofreciendo soluciones únicas.
Los componentes que generalmente se utilizan para crear estas películas son lípidos, proteínas, y polisacáridos. También se pueden incorporar otros componentes o aditivos como plastificantes, emulsificantes, surfactantes, agentes antimicrobianos o antioxidantes que ayudan a mejorar la integridad mecánica, la calidad, aroma, y valor nutritivo y la conservación de los alimentos.
Los recubrimientos comestibles, al consumirse con el alimento al cual se aplica deberán cumplir además algunos requisitos como estar libres de tóxicos, que tengan buenas cualidades sensoriales, que sean seguros para la salud, etc. para poder garantizar la seguridad y la calidad del alimento.
La experiencia que acumulamos en ainia nos ha llevado a aplicar los recubrimientos comestibles en varios tipos de productos, tales como: