La nueva crisis alimentaria mundial ha demostrado el "fracaso" del "fanatismo político" por el libre mercado aplicado a la agricultura, por lo que se requieren medidas urgentes como la regulación de las practicas comerciales abusivas y la vertebración del sector agroalimentario.
11/04/2011 (Noticia leida 127 veces)
EFE.- Así lo han puesto hoy de manifiesto la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y otras entidades sociales y de consumidores durante la presentación del análisis conjunto "La agricultura y la alimentación, en manos del mercado financiero".
En este documento, estas organizaciones explican que el mercado no hace una función de regulación, sino que "se comporta de una forma especulativa", por lo que se ha generado un encarecimiento abusivo en la alimentación en España y graves problemas alimentarios en muchos países, con más de mil millones de personas afectadas por el hambre.
El análisis ha sido presentado en rueda de prensa por representantes de las organizaciones COAG, la Unión de Consumidores de España-UCE, la Confederación de Consumidores y Usuarios CECU, Ceaccu, Mundubat y Veterinarios sin Fronteras.
A su juicio, desde mediados de 2010, se desarrolla una nueva crisis alimentaria mundial producida por la subida "espectacular" de algunas materias primas agrícolas, así como de los costes de la producción agraria.
Han añadido que en la última parte de 2010 y en el primer trimestre de 2011 se ha producido un marcado crecimiento de los precios y las cotizaciones de las materias primas agrícolas, como el trigo o la cebada, entre otros.
En su opinión, en el actual contexto de subida de costes de producción, caída de los precios agrarios en origen y reducción de los apoyos comunitarios, hay que dar prioridad al "carácter estratégico" del sector primario para evitar la dependencia del exterior y la subida de los precios de los alimentos.
Además, han insistido en la necesidad de defender el principio de la soberanía alimentaria tanto para la UE como para los países pobres y en vías de desarrollo para que se respete el derecho de los ciudadanos a decidir sobre la agricultura y la alimentación.
"La agricultura y la alimentación no pueden estar sometidas y condicionadas a la especulación de los mercados", han subrayado los firmantes del documento.
Por esta razón, han reclamado nuevas políticas agrarias, con una orientación social y que preserven los valores estratégicos de la actividad agraria que garanticen la estabilidad de los precios mediante los instrumentos de regulación y de gestión de los mercados.
Han recordado que el "desmantelamiento" de la Política Agraria Común (PAC) tras la reforma de 2003 y la liberalización del comercio está haciendo más vulnerables a todos los países europeos cuando se producen cambios en los mercados mundiales debido a su importante comercio agroalimentario.
La progresiva eliminación de las políticas de mercado supone, según han expuesto en el documento, "precios cada vez más bajos e inestables para la producción", siendo las cotizaciones de referencia unos precios mundiales "cada vez más volátiles y destructivos para las economías rurales".
A su juicio, la actual crisis alimentaria demuestra que la agricultura debe salir fuera de las negociaciones de libre comercio en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de los acuerdos bilaterales.