El control biológico de plagas se ha consolidado como técnica de producción en los cultivos hortofrutícolas de Almería, de forma que esta técnica se extiende a la fresa y los cítricos. Prueba del crecimiento que ha experimentando la superficie de invernadero en la que se aplican estos métodos, es que se ha pasado de 250 hectáreas en 2005 a más de 20.000 en la campaña 2010/11.