Los seres humanos siempre han ligado sexo y comida. Desde los albores del tiempo, se ha experimentado con suplementos dietéticos para amplificar el deseo sexual. Algunos alimentos, como el vino y las ostras, tienen un historial bastante dilatado, aunque su éxito probablemente puede atribuirse al alcohol y a la forma sugerente. Otros, como el polvo de cuerno de rinoceronte o la lechuga, son simplemente extraños. Si bien la existencia de ciertos afrodisíacos naturales es tema de debate, es un hecho que el consumo de ciertos alimentos pueden mejorar y mejoran la vida sexual.