Estos primeros días del año son un momento óptimo para echar la vista atrás y hacer balance de lo que han dado de sí los últimos doce meses en aspectos relevantes de la legislación alimentaria. Nos proponemos, pues, observar los principales hitos del año que hemos cerrado.
Un amplio abanico de reformas
A lo largo del último año, hemos observado un incremento en el número de disposiciones regulatorias en varios ámbitos. Desde la regulación sobre sustancias medicamentosas y sus límites máximos en el empleo en los animales, los límites máximos de residuos de plaguicidas en productos tanto de origen vegetal como animal o todo lo que gira en torno a la regulación de los "health claims" en virtud de la evolución del Reglamento 1924/2006.
Así, también hemos sido testigos de la modificación de algunas de las más antiguas Reglamentaciones Técnico-Sanitarias en el marco regulatorio nacional. Buena prueba de ello es la reforma del "Real Decreto 40/2010, de 15 de enero, por el que se modifica el Real Decreto 2242/1984, de 26 de septiembre, por el que se aprueba la reglamentación técnico sanitaria para la elaboración, circulación y comercio de condimentos y especias" o el "Real Decreto 496/2010, de 30 de abril, por el que se aprueba la norma de calidad para los productos de confitería, pastelería, bollería y repostería".
Aunque, no podemos seguir haciendo un examen del ejercicio 2010 sin mostrar novedades legislativas en el sector. Así, es necesario destacar dos normas que por distintas razones han tenido un amplio alcance en nuestro sector. Dos normas que han supuesto un gran impacto en materia de manipuladores de alimentos y criterios microbiológicos. Nos referimos al "Real Decreto 109/2010, de 5 de febrero, por el que se modifican diversos reales decretos en materia sanitaria para su adaptación a la Ley 17/2009, de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio y a la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de modificación de diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio" y el "Real Decreto 135/2010, de 12 de febrero, por el que se derogan disposiciones relativas a los criterios microbiológicos de los productos alimenticios", respectivamente.
Además de lo mencionado, es imprescindible un apunte valorando la progresión en la normativa sobre elementos tangenciales, tales como los límites de contaminantes presentes en alimentos (Reglamento 1881/2006), los LMR’s (Reglamento 396/2005) y la evolución de la legislación aplicable a los aditivos alimentarios (Reglamento 1333/2008).
Por último algunos comentarios en relación con disposiciones legislativas muy específicas, pero también de gran importancia en el momento en el que se han aprobado, "Decisión de la Comisión, de 8 de julio de 2010, relativa a las medidas de urgencia aplicables a partidas de productos de la acuicultura importados de la India y destinados al consumo humano" o la "Recomendación de la Comisión, de 2 de junio de 2010, relativa al control de los niveles de acrilamida en los alimentos".
Un contexto abundante y complejo
Esta es sólo una muestra de los avances que se han producido a lo largo del año. Una fotografía del marco legislativo agroalimentario. Sin embargo, hablamos de un contexto abundante y complejo, con centenares de disposiciones legales de distintos niveles (UE, España y CC.AA). Por ello, esta selección es una breve síntesis de la ingente actividad que hemos registrado en todos estos ámbitos a lo largo de 2010.
En ainia seguiremos con atención la actividad legislativa que depare el nuevo año. En todos los ámbitos, en todos los niveles. Entendiendo que las novedades que se producirán tendrán efectos para muchos sectores con los que trabajamos de forma estrecha. La clave de esa evolución la seguirá teniendo las autoridades competentes de la UE (principalmente DG SANCO), España (MARM y MSC) y los departamentos de Sanidad, Consumo, Agricultura y demás de las diferentes CC.AA.