Hasta ocho horas necesita un coche eléctrico para cargar las baterías al 100%. Un equipo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en EEUU, se ha propuesto reducir ese tiempo a tan sólo 11 minutos. La clave: aumentar la potencia de carga.
El proyecto se llama elEven y en él, estos estudiantes de ingeniería se han propuesto transformar un coche que necesita combustible en uno eléctrico, utilizando la última tecnología en baterías. El objetivo lo tienen claro: recorrer 200 millas (unos 320 kilómetros) con una batería cargada al 100% en tan sólo 11 minutos.
Si bien un coche convencional tarda unos pocos minutos en llenar el depósito de gasolina, recargar hoy una batería de un coche eléctrico enchufándolo a la red puede llevarnos toda la noche. Ésta es precisamente una de las pegas de este tipo de vehículos, sobre todo si quieres recorrer largas distancias. Si hace unos meses, la compañía Better Place lanzaba la idea de instalar en la carretera estaciones de cambio de baterías (similares a túneles de lavado), ahora estos jóvenes de Massachusetts han encontrado otra solución: los puntos de recarga rápida.
Como cuenta Fernando de Sisternes, ingeniero eléctrico y el único español que forma parte de este equipo de más de 30 estudiantes, "las claves de este proyecto son dos: una batería de fosfato de litio-hierro (con un ánodo de litio que, a diferencia de las convencionales, permiten cargas rápidas); y un punto de recarga con una potencia de 350 kilovatios". Fernando cree que un modelo de negocio como el que propone Better Place no sería la mejor solución: "Además de tratarse de una infraestructura muy cara, esta empresa propone la estandarización de las baterías, lo que va en contra de la innovación y de la competencia entre los fabricantes".
Hace dos semanas que el equipo del MIT recibió el coche con el que iban a comenzar el proyecto: un híbrido negro Mercury Milan Hybrid 2010. Pieza a pieza desarmaron el motor, la transmisión, el tubo de escape y el tanque de gasolina para hacer sitio al nuevo sistema eléctrico formado por un nuevo motor que no necesita combustible y un paquete de baterías de 60 kWh. No es la primera vez que transforman un coche que utiliza gasolina en uno eléctrico. Lo hicieron en otra ocasión con un Porsche. Fue todo un éxito.
Precisamente son las baterías las que conforman el corazón del vehículo eléctrico. Es donde está la clave del buen funcionamiento del coche. El elEven utilizará 7.950 células de la batería LFP (fosfato de litio-hierro) 26650M1 patentada por la empresa A123System. Un inconveniente importante es su precio: ronda los 80.000 dólares (más de 56.000 euros), según los investigadores. Para la propulsión del coche, los estudiantes han utilizado un motor diseñado inicialmente para una autobús eléctrico de 16,5 toneladas (motor de Inducción AC de tres fases de hasta 187kW), cedido por la compañía SatCon. Con algo más de 150 kilos de peso, este motor tiene una fuerza de 250 caballos, lo que hace que el coche acelere de cero a 95 kilómetros hora en nueve segundos. La velocidad máxima que puede alcanzar el vehículo son 100 kilómetros hora. "En estos momentos estamos en una fase preliminar cuyo objetivo es convertir el Mercury Milan en eléctrico lo antes posible; después trabajaremos todo el año en él para conseguir que en otoño de 2010, nuestro prototipo de carga rápida ya esté circulando por la carretera", cuenta Fernando.
Ya tenemos listo el coche. Ahora hace falta un punto de recarga con la suficiente potencia para que se llenen las baterías en poco más de diez minutos. Por ello, los estudiantes de Massachusetts trabajan en un punto de recarga de 350 kilovatios. "La idea de este proyecto es que puedas cargar el coche eléctrico como si estuvieras en un gasolinera. Al conductor tienes que ofrecerle las mismas prestaciones y servicios que tiene con un coche de combustible, para que el vehículo eléctrico pueda ser competitivo. Por supuesto, las recargas rápidas no podrían hacerse en casa, porque tendríamos que rediseñar todas las instalaciones eléctricas de las viviendas, pero sí podría hacerse en diferentes puntos de la ciudad", explica este madrileño de 27 años. Y es que según los autores del proyecto, esta potencia haría saltar los fusibles de 20 hogares.