15 de febrero de 2010

Pregunta. ¿Qué es la nutrigenómica?
Respuesta. Consiste en estudiar los millones de polimorfismos (variaciones de genes) en cada persona. Esto nos dirá si necesitamos una dieta alta en hidratos de carbono o en proteínas para tener energía o para no engordar, o si podemos tomar más o menos café o alcohol sin que nos perjudique.

P. ¿Hay una fecha para poder obtener el genoma por mil euros y, de ahí, la dieta personalizada?
R. Con la nutrigenómica pasará como con el genoma humano. Primero hubo una fecha política, una foto, un «ya hemos acabado»... pero de acabar nada, quedaban al menos un par de años de trabajo. En este caso, si se trata de que haya una prueba fiable en el mercado, hablamos de este año. Pero será una cuestión de evolución para que cada vez sepamos más y más. El producto que salga este año no será tan asequible y fiable como lo será en unos años, pero la tecnología ya está.

P. A falta de esa tecnología barata, ¿cómo se puede saber qué nos conviene comer a cada uno?
R. Para la mayor parte de la población bastaría con comer con prudencia. Aplicar el sentido común a la alimentación será suficiente. Pero para la gente que tiene una historia familiar de diabetes u obesidad, hará falta un test genético para dilucidar qué dieta deben comer.

P. Aparte de qué alimentos comer, nuestros genes nos dirán cuándo debemos tomarlos.
R. Sí, eso es la cronobiología. El tener luz del día las 24 horas ha desincronizado nuestros genes. Cada vez dormimos menos y con menos calidad. El estrés ha desorientado nuestros relojes biológicos. Hay gente que acaba comiendo por aburrimiento. Es un defecto cronobiológico y en algunos casos bastaría con cambiar la hora de comer para no engordar.

P. ¿Hay alguna forma de que no acabemos con el escenario de obesidad y diabetes de EE.UU.?
R. En eso soy pesimista... pero tenemos que buscar la salida más próxima y cambiar de autopista. Todavía no es demasiado tarde, pero estamos circulando muy rápido. Cambiar requiere educación, educación y educación. Y que nos ayude también la industria alimentaria. Hay que pensarlo seriamente para que no se dispare aún más el gasto sanitario.

P. ¿Comer mal puede desbarajustar los genes?
R. Sí, un gen se puede activar con la comida. Por ejemplo, hay experimentos preciosos con ratones que demuestran cómo el cuidado y el cariño maternal en los primeros meses les hace más sociables. Si algo tan sencillo como el cariño materno es capaz de cambiar el epigenoma -la parte de los genes influenciables por el ambiente-, imaginemos la comida. Y corregir defectos genéticos comiendo adecuadamente afortunadamente también se puede hacer. Es un proceso en ambos sentidos.

TALENTO ESPAÑOL Y CAPITAL YANQUI

José María Ordovás dirige el Laboratorio de Genómica y Nutrición de la Universidad de Tufts, en Boston (EE.UU.), y colabora en el Centro Nacional de Investigación Cardiovascular en España. Lamenta el recorte de fondos a la ciencia española en un momento «perfecto para acortar posiciones con otros países más avanzados». Ordovás tiene claro que lo que nos aleja de la ciencia que se hace en Estados Unidos «son los recursos», desde luego no los cerebros, porque «aquí hay mucho talento».