5 de noviembre de 2010

Antes de iniciarse formalmente el debate sobre el futuro de la PAC (Política Agraria Común) más allá de 2013, Francia y Alemania (dos de los estados que más reciben de este tipo de ayudas) han diseñado una estrategia común que defenderán hasta el último momento y que han sellado en un documento bautizado con el nombre de 'Nuevos retos y nuevas expectativas para la alimentación, la biomasa y el medio ambiente'.
En este texto, ambos países defienden una PAC fuerte que, a su juicio, se traduce en aquella que refuerza su orientación hacia el mercado y la mejora de la competitividad y de la sostenibilidad del sector, y por eso, estos dos países echan en falta un marco de regulación adaptado para conseguirlo a través de pagos directos a los agricultores, instrumentos de mercado modernos que sirvan de red de seguridad y organizaciones de productores. Es la fórmula para «amortiguar» los efectos «devastadores» de la volatilidad de los precios y de las crisis de mercados.