21 de mayo de 2009

Los centros tecnológicos del sector alimentario han aumentado notablemente su colaboración con las empresas a las que ofrecen un servicio integrado y altamente cualificado en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Así queda reflejado en la Memoria de Actividades de 2008, que han aprobado las asociaciones gestoras de los centros del sector cárnico y del sector vegetal, Asociación para la Investigación de la Industria Cárnica de La Rioja (ASICAR) y la Asociación para la Investigación, el Desarrollo y la Innovación Alimentaria (AIDIA), respectivamente.
Desde el CTIC y el CITA se mantiene el empeño de fomentar el I+D en el sector agroalimentario y facilitar a las empresas soluciones en la innovación y la competitividad. Ese empeño ha supuesto que el Centro Tecnológico de la Industria Cárnica (CTIC) haya triplicado en 2008 su facturación como “departamento externo” de I+D+i de las empresas.
Según afirman en una nota de prensa, el objetivo de CTIC-CITA es seguir creciendo, "desde el convencimiento de que la dimensión de las industrias riojanas y, en concreto, de las empresas del sector alimentario requiere del apoyo externo para desarrollar productos innovadores y de alta calidad que contribuyan a ampliar su cuota de mercado, satisfacer al consumidor y a afrontar la crisis en la que está inmersa la economía global".
Otro dato significativo es el aumento de la tramitación de ayudas y propuestas de I+D+i de CTIC y CITA, que, en conjunto, suman 47 expedientes en ayudas regionales, nacionales y europeas, con un 95 por ciento de éxito en la aprobación por las distintas administraciones.
Además, el incremento de la actividad en I+D+i también ha tenido como resultados la ampliación de la planta piloto del CTIC y la mejora de sus instalaciones, con el apoyo de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Gobierno de La Rioja.
Pero también 2008 fue el año de la aprobación de la Identificación Geográfica Protegida (IGP) de “Chorizo Riojano” y de la publicación de un trabajo que permite conocer mejor este producto. Se trata del libro “Una sarta de conocimiento: Tradición y actualidad del embutido en La Rioja”, que recoge la historia y la tradición del producto y que está a disposición del sector.
Otros datos son el reconocimiento oficial de AENOR a la actividad de I+D+i del personal investigador del CTIC y del CITA.
Despegue del CITA
En cuanto al CITA, 2008 ha sido el año del despegue, ya que el Centro se inauguró en abril de 2007. Se ha generado la confianza necesaria para que las empresas del sector agroalimentario vean al CITA como un elemento fundamental para generar competitividad.
Otro aspecto destacado para el Centro de Innovación y Tecnología Agroalimentaria durante el 2008 ha sido la obtención del Certificado de AENOR de Calidad del Sistema de Gestión del I+D+i de acuerdo a la norma 166.002. Reconocimiento que también tiene el CTIC desde el 2006.
En conjunto, CTIC y CITA han creado una estructura de trabajo de profunda colaboración en los recursos materiales y humanos con el objetivo de ofrecer una solución tecnológica y de gestión a más de cien socios y a toda la industria alimentaria.
Las empresas tienen a su disposición los recursos humanos especializados y la infraestructura que aportan ambos Centros de manera integrada. CTIC y CITA cuentan con 30 personas que forman un equipo multidisciplinar de tecnólogos de los alimentos, ingenieros agrónomos, veterinarios, químicos, biólogos, licenciados en Derecho, licenciados en Gestión y Dirección de Empresas, entre otros profesionales.
CTIC y CITA ofrecen asistencia y servicios técnicos y analíticos a las empresas. Como dato, a lo largo de 2008 se realizaron 13.226 determinaciones analíticas (microbiológicas y físico-químicas) en 4.391 muestras. Además, ambos centros ofrecen cursos de manipulador de alimentos a distintos sectores y formación adaptada en diferentes materias que es demandada por empresas, entidades o particulares.
CTIC y CITA se plantean, entre otros objetivos alineados en la estrategia del III Plan Riojano de I+D+i (2008-2011), la prioridad de poner en marcha y desarrollar proyectos de I+D+i bajo demanda de las empresas alimentarias, buscando el beneficio y la competitividad de las empresas clientes, con la más estricta confidencialidad. Una prioridad que adquiere aún más peso como herramienta para afrontar y superar la actual situación de crisis económica.

Imagen migración

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