6 de noviembre de 2014

Consecuentemente, si observamos los números, se comprueba que la táctica está funcionando. La facturación de la industria riojana en el exterior supera ya a la de 2002, su ejercicio más exitoso, y no ha parado de crecer en los últimos cuatro años. Y lo que es mejor, se vende más caro. Frente a un precio medio de venta de 7,71 euros por par de zapatos en 1985 fuera de nuestras fronteras, en la actualidad se llega a los 17,37 euros. Aunque Francia, Italia y Alemania siguen siendo los tres principales mercados, hay otros que destacan por su crecimiento y por su alto precio medio de venta. Estados Unidos es el primero en el ranking de fuera de la UE. Allí, el precio medio es de 35,14 euros el par, frente a los 18,39 euros de Alemania. China también crece, y allí se compra a un precio medio de 38,23 euros. La amplia gama de productos es la que permite a la industria riojana encontrar clientes en todo el mundo. En La Rioja se fabrica mayoritariamente calzado de caballero, de seguridad y confort, aunque son cada vez más las empresas que apuestan por vestir los pies de señora y niño. “Además, el yute ha tenido un gran desarrollo, y ha despertado interés en Alemania, Francia y Japón. Por su parte, el zapato urbano, para gente joven está en primera línea de salida. Los fabricantes, han sabido adaptarse a la demanda del mercado”, añade Oñate.

Las pymes riojanas tienen gran vocación exportadora pero, todavía no han alcanzado determinados mercados como los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y el sudeste asiático, donde el interés por el origen rioja es elevado, y cuyo acceso exige de gran inversión y de mucho tiempo.
Así, mientras se avanza en esta expansión, La Rioja, y concretamente Arnedo, Calahorra y Cervera siguen siendo puntos de referencia mundial en la fabricación de calzado, y eso se nota en los números. Según los datos del último semestre, esta región exporta por valor de 99,16 millones de euros, aglutina a 129 empresas y da trabajo a 2.728 personas. Además, el buen hacer de sus trabajadores abarca el proceso completo de la producción, desde su diseño inicial hasta su acabado y puesta a punto final. “En esto, nuestras empresas destacan por encima de cualquier otro país productor, destacando una vez más la innovación como aspecto clave”.
La I+D+i se aplica en la medida en que se investiga en nuevos materiales para que los zapatos resistan más, se adapten mejor al pie, absorban la sudoración, etc. Conseguir estos logros depende del estrecho vínculo que las empresas mantienen con el Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja. La innovación es clave, pues de ella depende la aparición de productos nuevos que conquisten al comprador. Y aquí, cada seis meses, se la juegan las marcas.

Actualmente, el CTCR se centra en cuatro líneas fundamentales de investigación con objeto de incrementar la competitividad de las empresas: Nanotecnología, TIC’s, Electrónica y Automática y Medio Ambiente. Se apuesta decididamente por el desarrollo de nuevos materiales basados en nanotecnología para su aplicación en los componentes del calzado, obteniendo propiedades nuevas o mejoradas. Asimismo, han sido capaces de captar la importancia de la automatización de los sistemas industriales o las ventajas de los sensores embebidos para su incorporación en un zapato, sin dejar de lado las alternativas que puede llegar a ofrecer la realidad aumentada, la visión artificial, la interactividad a través códigos QR, etc. Uno de sus fuertes es el ámbito de la digitalización de la información, de las plataformas eCommerce, de la virtualización de los productos para su presentación en los dispositivos actuales…etc. Por otro lado, prestan especial importancia al control medioambiental, al aprovechamiento de los residuos, al análisis del impacto ambiental de los productos que se fabrican, es decir, al desarrollo de estrategias de sostenibilidad y de Responsabilidad Social Corporativa.

En paralelo a ello, no dejan de incidir en otras áreas, no innovadoras, pero que consideran también fundamentales y desde la cuales ofrecen múltiples servicios: Laboratorios, Internacionalización, Formación, Gestión de Proyectos, Comunicación, etc. “Insistimos en que hay que innovar, y conseguir que se conozca el producto innovando, porque si no, no sirve de nada. En esta línea van también muchos de los esfuerzos de la industria riojana”.
Los indicadores básicos de las actividades de I+D en España muestran que sigue la caída de los recursos invertidos en el sistema de innovación. Y es que, recientemente se ha dado a conocer el descenso de empresas innovadoras: sólo el 13% invierte en I+D+i, según el último informe de la EAE Business School, siendo el gasto total en 2012 de 13.392 millones de €, según Fundación Cotec.

A pesar de ello, y por lo que a este sector y a esta comunidad respecta, se debe reconocer el esfuerzo de las empresas, que siguen contando con el factor innovación para crecer y para ganar competitividad en el futuro. Hoy en día, el consumidor compra menos calzado, pero mejor. Ahí influye precisamente el hecho de ofrecer productos con más avances, más innovadores, y por tanto la decisión del empresario de invertir una parte de su facturación en I+D+i. La combinación de tecnología e innovación con moda, calidad, diseño, hace que el calzado riojano sea apreciado en el mundo entero, afirma Oñate. “Desde el CTCR, nos esforzamos por demostrarles que pueden y deben incorporar la I+D+i como paso previo para alcanzar el éxito y mejorar su posicionamiento. Ese es nuestro papel, actuar como herramienta para continuar por el camino de la diferenciación, algo fundamental en un sector altamente competitivo”.

A pesar del panorama nacional descrito con anterioridad, La Rioja es la comunidad autónoma con mayor porcentaje de empresas tecnológicamente innovadoras: el 28,23% frente a la media nacional del 18,58%. Tal y como confirma Javier Oñate “es fundamental que las industrias consideren la eficiencia del proceso innovador, sobre todo, que valoren sus posibilidades para obtener resultados económicos favorables”.
En esta línea, cabe mencionar los múltiples desarrollos tecnológicos que se han llevado a cabo en el CTCR, aunque la gran mayoría de ellos son propiedad de las empresas que han confiado en esta entidad para su ejecución. Aún así, desarrollos como el primer calzado 100% conductor, o la pionera bota para motorista que absorbe el 95% del impacto, el chaleco anti impacto para caza menor, las primeras flip flop realizadas con neumáticos reciclados o el producto químico que impide el amarilleamiento de las suelas de los zapatos son algunos de los ejemplos que están a disposición del mercado.
“Si hay que destacar algún desarrollo exclusivo del CTCR, hay uno que ha supuesto un antes y un después en el mundo del fotografiado tridimensional. Hemos sido capaces de crear un sistema de visualizado en 3D para calzado, y otro tipo de productos. Se trata de una innovadora solución creada por un equipo fotográfico, PhotoShot360?, y su aplicación para móviles y tabletas, View360, consiguiendo que el concepto de realidad aumentada adquiera un significado distinto, pionero y especial, propio del CTCR”.

Las capacidades tecnológicas del CTCR son cada vez más valoradas por el sector, y eso da lugar a la puesta en marcha de proyectos de gran importancia y utilidad para la empresa. Tal es así, que el 90% de los desarrollos que se realizan en el CTCR tienen como receptor la empresa local de calzado y auxiliar, siendo el 10% restante desarrollos propios, los cuales en su día, tendrán el mismo destinatario.
Tanto el valor tecnológico como el innovador, son fundamentales para adaptarse a los nuevos tiempos. En el caso de las empresas de calzado, cada vez son más conscientes de que alcanzar la competitividad es primordial, y para ello, buscan apoyo en la investigación y desarrollo tecnológico, se esfuerzan en conseguir un capital humano capacitado para adquirir conocimientos y desarrollar tecnologías, pero sobre todo, se centran en aprovechar las fuentes de conocimiento y tecnología que desde el CTCR se ponen a su alcance para fabricar productos novedosos que tengan aceptación en el mercado global. “El mercado está atomizado, la oferta supera la demanda, y por tanto, para poder tener éxito y estar a la vanguardia del mercado necesitas diferenciación, la cual, se genera a través de valores como la innovación y el desarrollo tecnológico entre otros”.
Los laboratorios, físico y químico, del CTCR son los más importantes del norte de España.

El presente del calzado riojano es delicado, pero en general, para todos los sectores manufactureros y temporales. La preocupación generalizada es un obstáculo, pero los mercados dan muestras, aunque débiles, de recuperación y por lo tanto, de confianza en el aumento del consumo. “A pesar de todo, hay optimismo, consciencia de la realidad y vocación emprendedora, lo que implica pasión y esfuerzo por combatir esta crisis”.
En cuanto al futuro, “si seguimos con los pies en el suelo y con la sensatez de ver la realidad tal y como es, seguramente alcancemos el progreso de nuestros sectores industriales a través de la diferenciación y el valor añadido. Estoy convencido de que manteniendo el espíritu emprendedor que siempre nos ha caracterizado y con la seriedad de nuestros empresarios, veremos un sector calzado riojano fuerte, sano, reestructurado y crecido ante el nuevo escenario que está por venir”, culmina Javier Oñate.

Imagen migración

2014_11_06_Laboratorios_CTCR.JPG