2 de julio de 2009

El fabricante riojano de calzado de seguridad Grupo Mendi ha decidido dar un giro radical a su estrategia productiva y comercial, con el objetivo de enfrentarse a la dura competencia de empresas italianas y magrebíes, que están avanzando en el mercado internacional bajo el paraguas de la mano de obra barata. Pero, como no sería justo dar un súbito carpetazo a medio siglo de exitosa biografía empresarial, la firma riojana se dispone a iniciar su nueva etapa con un gesto que simboliza gráficamente su decidida voluntad de enfrentarse y salir reforzada de la crisis.

El gesto consiste en destruir los moldes del modelo más antiguo y vendido de la empresa, la bota de la línea OFMA, que ha venido actuando durante décadas como el buque insignia de esta pyme familiar, que inició su actividad en 1953. Pero, con el fin de no ser ingrata con un artículo que ha constituido la base del negocio y permitido alcanzar los 2,8 millones de euros facturados el año pasado por la empresa, Mendi ha decidido lanzar una edición limitada y numerada de 500 botas con marcaje de plata, que será repartida entre sus distribuidores y amigos.

Las urnas que contendrán este valioso recuerdo industrial siguen la estela de los grandes vinos de Rioja, que ganan en sabor con los años de reserva.

El director general de la empresa, Francisco Mendi Solanas, subraya que 'el abandono de la línea más antigua de calzado industrial, con un diseño sencillo y escaso valor añadido, va a ser sustituido por el esfuerzo para implementar modelos más especializados y de alta calidad, con mejoras en materiales, ergonomía y estética, que representarán un beneficio considerablemente superior para distribuidores y usuarios'. La justificación de este cambio drástico en la estrategia de la empresa obedece a varios e importantes factores.

En primer lugar, la actual situación del mercado, en el que las empresas españolas de calzado de seguridad sufren la fuerte competencia por parte de fabricantes extranjeros. Empresas italianas y magrebíes están introduciendo en el mercado internacional calzado de baja calidad y reducidos precios, favorecidas por el menor coste de mano de obra en el norte de África y China, donde han instalado sus plantas productivas.

En segundo lugar, el mercado se ha vuelto más exigente, generando nuevas demandas en ámbitos como la ergonomía y la calidad de los materiales. Esta apuesta va a ser asumida muy especialmente por la empresa, que, además, se dispone a afrontar una reestructuración radical del servicio a clientes, aumentando la velocidad de respuesta a pedidos hasta las 72 horas, frente a una competencia cuya media se sitúa en semanas e, incluso, meses.

Mendi subraya que 'la decisión de volcarse en la comercialización de modelos de gama media y alta, primando el diseño, la ergonomía y unas prestaciones con un valor añadido muy superior, demuestran la clara voluntad de la empresa de encarar la nueva situación del mercado y superarla. Nuestra intención es salir reforzados de la crisis y preservar el liderazgo que hemos defendido durante muchos años en modelos que son clásicos en el sector'.

La calidad y originalidad en los diseños constituyen armas con las que no pueden combatir los fabricantes que se apoyan en los bajos costes de la mano de obra y en la deficiente calidad de los materiales. 'Somos conscientes de que afrontamos un reto decisivo para la empresa y que, por lo drástico del cambio y las innovaciones asumidas, marca un hito sin precedentes en el sector. Sin embargo, estamos convencidos de que se trata de la estrategia más adecuada para superar la crisis', señala el director general de Grupo Mendi.

Aunque la profundidad del giro estratégico ha sorprendido, incluso en medios cercanos a la propia empresa, la decisión empresarial está contando con el aval de numerosos expertos, quienes consideran que sus planteamientos resultan ajustados a la situación real de los mercados en la actualidad. Sobre todo, cuando a los cambios productivos se unen mejoras en la distribución y una especial atención a la ergonomía y el diseño, factores que han adquirido una particular relevancia en los últimos años'.

'En definitiva, se trata de conseguir una simbiosis entre la experiencia que aporta una biografía empresarial con más de medio siglo a sus espaldas y la adaptación a las nuevas exigencias de los clientes', concluye Mendi.

Para afrontar el cambio estratégico, la empresa riojana ha reforzado las inversiones en I+D y extremado los controles de calidad a través de homologaciones propias, que amplían las exigencias generales a los fabricantes de calzado. Mendi asegura que 'la incorporación de las innovaciones tecnológicas y la implicación del personal en la mejora continua han posibilitado un proceso productivo basado en una programación sobre pedido y contra stock, que permite ofrecer una respuesta rápida y eficiente ante cualquier necesidad planteada por la demanda'.

En la actualidad, la empresa riojana realiza investigaciones sobre nuevos materiales, a fin de colocar en el mercado un tipo de calzado más confortable, ergonómico y duradero. Fruto de estos trabajos de investigación ha sido la producción de un nuevo tipo de suela, caracterizado por su alto grado de antideslizamiento, generado mediante un sistema específico de ventosas y de distribución de tacos.