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El análisis geológico de esta zona de La Rioja determina la presencia de elementos de los periodos triásico, jurásico y cuaternario. La zona de la actuación se encuentra en las estribaciones de la Cuenca Terciaria del Ebro en su vertiente más próxima a la Sierra de Cameros, la cual constituye la terminación del Sistema Ibérico. Se trata de una zona geológicamente muy diversa aunque el principal rasgo geológico corresponde al encabalgamiento de los materiales mesozoicos de la Sierra de Cameros.

Todo ello obliga a que la ejecución de los desmontes haya tenido que realizarse principalmente mediante voladuras. La excavación en roca con explosivos (35.677 m3) y sin explosivos (33.689 m3) y en tierra (46.600 m3), ha convertido esta actuación en la de mayor volumen de movimiento de tierras. Atendiendo a la especial protección de la zona de actuación, se ha conseguido compensar el volumen de desmontes con el de terraplén, completando 41.000 m3 de terraplén.

Existió un expediente de prevalencia debido a que el trazado de la carretera LR-250 que nos ocupa está incluido en la Red Natura 2000, con catalogación de LIC, ZEPA y zona de interés geomorfológico; ello obligó a tomar determinadas cautelas medioambientales determinadas por la D.G. de Medio Natural, a saber: que las voladuras con dinamita se realizaran fuera de la época de anidación de aves (concretamente se obligó a realizarlas entre junio y febrero). Además, se obligó a que los espacios resultantes entre el trazado antiguo y el nuevo fueran rellenados y acondicionados de manera que evitasen la acumulación de agua u otros elementos. También se procedió a revegetar taludes resultantes, obviamente en las zonas que no son roca. En la zona existe una cantera abandonada que se ha acondicionado como zona de vertedero según prescripciones de la Consejería de Medio Ambiente (sección minas).