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El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, ha visitado la mejora de la carretera LR-111 en el tramo comprendido entre Valgañón y Ojacastro tras la finalización de las obras de refuerzo del firme que han supuesto una inversión de 1.025.648 euros.

Pedro Sanz ha estado acompañado en su visita por el consejero de Obras Públicas, Política Local y Territorial, Antonino Burgos; el director general de Obras Públicas y Transporte, Víctor Garrido, y los alcaldes de Ezcaray, Diego Bengoa; Valgañón, José Antonio Capellán; Ojacastro, Juan Martín del Val, y Zorraquín, José Ángel Capellán.

La LR-111 es una de las carreteras que conforman la red básica de las infraestructuras viales regionales y vertebra las comunicaciones en el corredor del Oja. Discurre entre el límite provincial de La Rioja con Burgos y Haro, con una longitud de 40,6 kilómetros, comunicando dos de los atractivos turísticos más destacados en la comunidad autónoma: Haro y Ezcaray. En su recorrido atraviesa infraestructuras básicas dentro de las comunicaciones por carretera en la comunidad autónoma, caso de la N-120 y N-232 y la autopista AP-68 y en su extremo próximo al municipio jarrero conecta con la carretera N-124.

El tramo entre Ojacastro y Valgañón presentaba deficiencias que aconsejaban una inmediata intervención para mejorar las condiciones de seguridad de los conductores que circulan por esta vía.

La actuación ha contemplado la remodelación del firme en las travesías urbanas de Ojacastro, Ezcaray, Zorraquín y Valgañón y los tramos interurbanos entre estas localidades, con una longitud total de 9,4 kilómetros. La empresa riojana Ismael Andrés se ha encargado de esta actuación con un plazo de ejecución de seis meses.

Asimismo las obras han incluido la limpieza de la mayoría de las obras de fábrica existentes en la zona, la elevación de los quitamiedos, la reposición de las señales de circulación, paneles y carteles direccionales, junto con la señalización horizontal y vertical, la instalación de rígolas o badenes de hormigón, la colocación de ocho reductores de velocidad, de los cuales seis son nuevos y dos se han remodelado en Zorraquín, y diez pasos de peatones elevados.