29 de junio de 2009

En relación a las previsiones del Gobierno que preveían una caída del 3,6 % en 2009 de la economía española y del -0,3 % en 2010, junto con unas tasas de paro en el entorno del dieciocho por ciento, el presidente de CONFEMETAL la consideró todavía poco realistas, como las medidas hasta ahora anunciadas , que se quedan cortas para solucionar esta situación.

Sin embargo valoró el que el Ejecutivo ya admita que nuestra economía está en crisis, si bien el optimismo respecto a su final no parece fundado. Pérez de Bricio afirmo que hacen falta muchas más medidas que propuestas, que es necesario realizar un análisis profundo de la situación, admitir errores y corregirlos. Y, consecuentemente, actuar con realismo, visión, contundencia y firmeza, e infundir credibilidad en unos agentes económicos ya sin confianza.

Asimismo, el presidente se refirió la Informe “El Sector del Metal en grave riesgo”. Elaborado por CONFEMETAL que recogía medidas largamente reclamadas desde el sector industrial de que de haberse adoptado en su momento habrían hecho más leve la actual situación y más levaderas sus consecuencias.

Las diez medidas urgentes anticrisis que se plasmaban en ese Informe se pueden resumir en cuatro puntos esenciales: facilitar el acceso al crédito de las empresas y de los consumidores; rebajar impuestos y cuotas a la Seguridad Social de las empresas, actuar contra la morosidad (empezando por las Administraciones Públicas) y acometer medidas específicas de impulso a la inversión y a la demanda en sectores estratégicos industriales.

Pero más allá de medidas inmediatas, Pérez de Bricio reclamó reformas estructurales en mercado laboral, investigación desarrollo e innovación, formación, unidad del mercado nacional, normativa ambiental, materia energética, y promoción exterior .

El presidente de CONFEMETAL señalo que, a medio y largo plazo, la mejora de la competitividad de la economía española necesita volver a la estabilidad presupuestaria, además de un marco fiscal adecuado que favorezca el ahorro y la inversión. Es imprescindible racionalizar el gasto público, analizando y estudiando al milímetro hacia dónde van los recursos disponibles para que se dediquen a inversiones generadoras de empleo que mejoren la competitividad del sistema productivo.

Por último señaló que, lamentablemente, hasta ahora, no se ha sabido aprovechar el momento para acometer las reformas estructurales tan necesarias para nuestra economía y que ahora ya es inevitable afrontarlas si realmente existe el deseo de superar la actual situación económica.