21 de octubre de 2009

Para aliviar la lumbalgia, los coreanos pisan los arrozales descalzos. Los masai no tienen ese problema: andan por la sabana sin zapatos y sus cuerpos atléticos apenas conocen los dolores de espalda. En el mundo occidental, sin embargo, cuatro de cada cinco personas lo sufren como mínimo una vez a lo largo de su vida. Parece que el asfalto no es un buen aliado. ¿Pero cómo combatirlo en una sociedad urbanizada? Algunas firmas de calzado aseguran haber dado en la tecla. El zapato se reinventa con nuevos modelos que reproducen la sensación de andar sobre la arena en plena ciudad. No sólo buscan proporcionar comodidad sino que actúan directamente sobre la salud. Es el 'calzado fisiológico' o 'zapato saludable'. Las marcas que los lanzan al mercado español resaltan entre sus virtudes la de corregir la postura corporal y tonificar los músculos; incluso apuntan a que ayudan a quemar calorías, reducen el estrés y favorecen el sueño reparador. ¿Es posible?

La gran revolución está en su suela curva y el almohadillado en el talón, que obliga a buscar un punto de equilibrio a cada paso. Para conseguirlo, la persona debe forzarse a estar derecha y recta si no quiere darse de bruces contra el suelo. De esta forma, se tensan y trabajan los músculos de la espalda, las piernas, el abdomen y las nalgas, un ejercicio avalado por los especialistas que no se realiza con el calzado clásico. De hecho, las mismas marcas advierten de que las agujetas son un compañero de viaje habitual en los primeros días de uso y establecen un periodo de adaptación al producto.

Dos firmas

MBT fue la primera empresa en desarrollar este sistema a finales de la década de los 90 tras las investigaciones del ingeniero suizo Karl Müller. Su objetivo era crear el 'antizapato', inspirado en la fortaleza de la tribu africana de los masai. Hace cinco años llegó a España y hace poco más de un mes le salió un competidor con una filosofía similar y escasas diferencias técnicas: la firma Skechers y su modelo Shape ups.

«Reequilibran el centro de gravedad, el cuerpo humano se adapta al eje central y normaliza su postura», explica la profesora de Fisioterapia de la Universidad de Málaga, Noelia Moreno. El primer efecto es un andar más erguido que «mejora el dolor dorsal y lumbar moderado, producto en la mayoría de las ocasiones de una vida sedentaria y de posturas incorrectas», apunta Julio Quintero, traumatólogo de la Unidad de la Columna del Hospital de Antequera. No obstante, el especialista no lo recomienda para pacientes de edad avanzada «que no tengan la suficiente estabilidad». «Facilita el despegue en la marcha y el aterrizaje del pie, pero disminuye la zona de sustentación», advierte.

El efecto balancín del calzado lleva al pie a realizar todo el recorrido de la pisada, con lo que tratan de «desarrollar la musculatura plantar, que se atrofia al no usarse cuando se camina sobre suelo rígido», explica el jefe del servicio de traumatología del Hospital Clínico de Málaga, Felipe Martín. Al hacer el paso completo, el peso del cuerpo se distribuye de forma homogénea a lo largo y ancho del miembro. «En la última fase de la marcha hay un momento de despegue en el que todo el peso va a parar a la zona del antepié, debajo de los dedos. Este tipo de calzado evita que ese momento sea traumático», señala la podóloga Elvira Bonilla, secretaria de Colegio de Podólogos de Andalucía. En su opinión, se trata de un calzado apropiado para personas que caminan largas distancias, que pasan mucho tiempo de pie, que quieren prevenir lesiones y «que no tienen ningún problema degenerativo ni de deformidades a nivel de las articulaciones». En estos casos, como el resto de los expertos, recomienda consultar antes al especialista para determinar el tratamiento más adecuado. «No es la panacea contra todos los males», coinciden en señalar.

El almohadillado -que en el caso de los MBT proporciona una suela de poliuretano pivotante y el llamado 'sensor masai' bajo el talón; y en los Skechers, una plantilla de EVA reforzado y una cuña cinética de poliuretano- absorbe el impacto del suelo de asfalto, con lo que se «descargan las articulaciones del miembro inferior, como son tobillos y rodillas», analiza Moreno. Por eso, aconseja su uso -previo estudio de un fisioterapeuta- para algunos casos de «artrosis y contra la debilidad muscular». Incluso podría ser una ayuda más en la rehabilitación de ciertas lesiones.

Sus beneficios, aseguran las marcas, van más allá: ayudan a adelgazar, mejoran la circulación, reducen

el estrés, favorecen el dormir mejor... Pero no es un 'producto milagro'. «Su tecnología hace que tonifique y modele el cuerpo al aumentar la actividad muscular de ciertas zonas, pero además tienes que llevar una vida sana y hacer ejercicio o caminar con frecuencia», aclara Amaya Mena, directora de Comunicación de MBT. «No hay magia. Si todos los días caminas con ellos, conseguirás perder peso y reducir la celulitis», añade Javier Gutiérrez, director de Marketing de Skechers en España.

Efectos

Son efectos 'colaterales'. Como reflexiona Bonilla, «si llegas a casa con los pies destrozados hasta te cuesta dormir. Si es un calzado blando y ancho... el pie estará más descansado». «Cuando a uno le duelen los pies se le cambia el carácter. Tener una sensación agradable en el pie o, simplemente, no tener ninguna sensación, es de por sí relajante», corrobora Martín. Y es que la salud, en muchas ocasiones, va de pies a cabeza.