7 de julio de 2009

Se trata de la primera de una serie de medidas de reestructuración en la compañía bajo el mando del nuevo presidente, Akio Toyoda, nieto del fundador de Toyota, que asumió el cargo en junio. Toyota anunció el 7 de noviembre de 2006 la compra de un 5,9 por ciento del fabricante nipón de camiones Isuzu, en una alianza para la investigación tecnológica conjunta en motores diesel, pero el primer fabricante mundial ha decidido centrarse en el desarrollo de propulsiones híbridas.

Toyota proyectó construir una nueva planta en Tomakomai, Hokkaido para iniciar la fabricación de motores diesel a partir de 2012 y destinar la mayor parte de la producción al mercado europeo, donde el 60 por ciento de los vehículos son de motor diesel.

Tras abandonar su plan, Toyota prevé dedicar más recursos al mercado de vehículos híbridos, también en el viejo continente, como parte de una nueva estrategia puesta en marcha por el nuevo presidente. La decisión llega después de que en diciembre Toyota indicara que el proyecto con Isuzu se había congelado y tras anunciar en mayo las primeras pérdidas netas anuales de su historia.