Ernesto Conesa fue uno de los ponentes que intervino en el IV Curso Internacional sobre Tecnología Poscosecha y Procesado Mínimo que organiza el Grupo de Poscosecha y Refrigeración de la Universidad Politécnica de Cartagena (22 al 28 de abril 2010), España. En su conferencia explicó las opciones en equipos, líneas e instalaciones de manipulación para frutas y hortalizas, así como los productos disponibles. Entre ellos el uso de los nuevos higienizantes, basados en la oxidación de la materia orgánica, explicando pros y contras de los tratamientos en base a ozono y en base a peróxidos.
También se refirió al aumento de la demanda por equipos capaces de calibrar fruta con hoja, un síntoma de frescura que se aprecia cada vez más en el comercio. Igualmente comentó las posibilidades existentes para trabajar fruta ecológica.
La exposición acabó su visión del futuro en este tema, lo que intenta recoger el texto a continuación.
Economía: las líneas del futuro deberán ayudar a reducir los costos de manejo.
Versatilidad: varios tipos de fruta deberán poder clasificarse en la línea, al menos para los productores que no trabajen monocultivos.
Automatización: será imprescindible que continúe implantándose, a través de un mayor uso de la electrónica de la robotización.
Selección de calidad que incluya los defectos y otras características internas; en línea y no destructiva.
Obtención de información: tener un conocimiento inmediato y a distancia si hace falta de los procesos y costos de la central.
Confort: las incomodidades, en particular, el ruido de las centrales, disminuirán.
Equipos modulares, que aportan versatilidad a los procesos y la opción de mejorar gradualmente los procesos.
Abundando en la automatización, ésta deberá abarcar todos los procesos en el almacén, no solo por motivos de economía sino de higiene. La selección, envasado manual de la fruta debe desaparecer.
Se reducirá el espacio necesario; los equipos continuarán disminuyendo el tamaño.
Higiene y limpieza siguen siendo la consigna. Continuarán los desarrollos que favorezcan la higiene y faciliten la limpieza.
Disminución de la contaminación: eliminación rápida y eficaz de los focos de contaminación en el almacén.
Evitar la rotura de la cadena de frío.
Uso de materiales más seguros para estar en contacto con los alimentos
Recuperación y valorización de los subproductos.