La necesidad de ahorro en las familias riojanas ha empezado a provocar cambios en los hábitos de consumo. La eclosión de las marcas blancas (en vez de las tradicionales marcas de referencias), la búsqueda exhaustiva de las ofertas o la apuesta por productos de temporada, más baratos, son varias muestras de estas nuevas costumbres del consumidor.
Pero la obligación de 'adelgazar' las facturas de tiendas, supermercados o carnicerías ha conllevado cambio de hábitos y caídas notable en productos de consumo muy habitual para los riojanos. De momento, la carne de vacuno (especialmente la ternera) es la que más ha notado este descenso.
Durante los primeros cinco meses de este año, la caída del sacrificio de vacuno respecto al 2008 se sitúa ya en el 19,8%, según los datos del Ministerio de Agricultura. De esta forma, La Rioja ha pasado de sacrificar 6.533 animales desde enero hasta mayo del 2008 a 5.333 en ese mismo periodo del presente año.
El vacuno, tal vez porque su carne es la más valorada y también la más cara, ha resultado el más castigado por el descenso del consumo, como también han notado en el Matadero de Logroño (Magrosal).
El gerente de la compañía, José Ángel Alvira, matiza ligeramente la caída en la matanza de ganadería bovina y la sitúa en el 15% (casi cinco puntos menos que el dato del Ministerio de Agricultura). Pese a la ligera diferencia, Alvira reconoce abiertamente que «es la primera vez que el sacrificio de ganado vacuno cae de esta forma».
«Con la enfermedad de las vacas locas hubo una bajada muy rápida, pero luego se recuperó en un periodo más o menos corto, nunca tantos meses seguidos», incide Alvira.
La historia reciente da la razón al gerente de Magrosal. En el 2006, antes de que estallase la crisis, el consumo de carne bovina era un 25% mayor que en los cinco primeros meses del 2009 (más de 7.000 ejemplares sacrificados por los 5.300 actuales). Además, Alvira explica que en este año no se han subido los precios por sacrificio, lo que ha supuesto al matadero «un esfuerzo notable».
Descenso general
Por el momento, el vacuno parece el sector más castigado por la crisis económica, pero no es el único. La bajada en el número de sacrificios y en el consumo de vacuno no va acompañada de aumentos en la comercialización de otras carnes. Por ejemplo, en el sector porcino, el descenso registrado en estos cinco primeros meses del año respecto al 2008 es del 9,3%. Mientras, la carne de ovino, otrora una de las más demandadas, también ha sufrido una caída notable, en este caso el 11,5%.
Sólo el sacrificio de aves ha mantenido el tipo en La Rioja. En la comparación entre los meses de enero a mayo del 2009 respecto al mismo periodo del 2008, las cifras del Ministerio apuntan a una ligerísima caída del 0,8%. En números globales, el sacrificio de aves ha pasado de 1,19 millones en los cinco primeros meses del 2008 a 1,18 millones de aves en el presente curso.
También resulta destacable que los consumidores se decantan cada vez más por cortes baratos de carne, especialmente en el caso de la ternera y el cerdo, lo que ha provocado ligeros reajustes en los precios del mercado.