Estas plantas han permitido investigar la viabilidad de diversos procesos
limpios como, por ejemplo, el remojo con humectantes biodegradables,
pelambres sin cal ni sulfuros, píquel sin sal y curticiones sin cromo entre otros
procedimientos, según informan fuentes de la Generalitat.
La piel curtida con sales de cromo supone el 95% de la piel producida en el
mundo ya que, hasta la fecha, es el método más eficaz y que aporta mejores
propiedades a los cueros. Sin embargo, debido a las «presiones
medioambientales» sobre la piel y los materiales fabricados con ellas, en los
últimos años se desarrollan diferentes alternativas para sustituir el cromo
como agente curtiente.
Tanto las empresas a nivel individual como los laboratorios de INESCOP, a
nivel colectivo, llevan tiempo estudiando el uso de otros productos curtientes
y, recientemente, la Comisión Europea ha preseleccionado un proyecto del
instituto para la demostración de estas tecnologías en Europa.
Por otra parte, en la actualidad, INESCOP, con el apoyo de la Conselleria de
Industria, está desarrollando un proyecto cuyo objetivo es evaluar el
comportamiento ambiental de diferentes productos de engrase de pieles que
se emplean en la tenerías de la Comunitat Valenciana, ayudando así al
cumplimiento de la legislación relativa a sustancias peligrosas, así como a la
satisfacción de los criterios establecidos en la etiqueta ecológica europea para
calzado. También realiza una revisión de la problemática ambiental de los
residuos sólidos que se generan.