Los fabricantes de FitFlop, un calzado que se vende en 4.500 negocios de todo el mundo, aseguran que sus sandalias fueron diseñadas de modo tal que permiten ejercitarse al caminar y que, al mismo tiempo, alivian algunos dolores crónicos de la columna.
FitFlop fabrica sandalias con suelas de goma de distinta densidad que ayudan a tonificar porque generan cierta inestabilidad al caminar, lo que hace que los músculos de las piernas se esfuercen por mantener el equilibrio apropiado.
El doctor Phil Graham Smith, de la Universidad de Salford (Reino Unido), hizo un estudio independiente y dijo que comprobó que cuando se usa este calzado, los músculos de la pantorrilla y el muslo se mantienen activos más tiempo que con un calzado normal y que se camina levemente más rápido.
La idea era imitar el movimiento natural del pie, según el doctor David Cook, experto en biomecánica de la London South Bank University, quien creó el FitFlop junto con un estudiante de doctorado. Cook dijo que el nivel de tonificación depende de la dieta, otros ejercicios y el tiempo que se use la sandalia.
Vienen en colores rojo y blanco, aunque hay otros estilos en lentejuelas, gamuza y colores brillantes, con suelas transparentes. Los precios oscilan entre los 50 y 60 dólares.