La adolescencia es un periodo vital complicado, y muchas veces podemos sentir como nuestros adolescentes tienden a alejarse del nuclo familiar, por eso es importante intentar acercarnos lo más posible a ellos por ejemplo, cóntandoles consas sobre nuestra vida para que veán que hemos tenido vivencias similares, hablando sobre sus preguntas existenciales, ya que en estas edades tienden a preguntárselo todo, mirándoles a los ojos cuando conversamos en familia, primando siempre el afecto pero no olvidándonos de ser firmes con la disciplina ya que no debemos dejar de lado la idea de que se encuentran en una época de muchos cambios y necesitan contención y saber que una mano firme y fuerte les dirige y protege. No debemos tomarnos las discusiones de manera personal, no olvidemos que están en guerra con el mundo, no con nosotros/as. Tenemos que hacer preguntas que estimulen la conversación sin que se sientan en un interrogatorio. No perdamos de vista la idea de que fuimos jóvenes, deben sentir que validamos sus emociones, que les entendemos, les escuchamos, que nos importan y que les respetamos.

Crear una comunicación abierta y respetuosa, escucharles de manera activa, respetar su intimidad y sus necesidad, tener capacidad de negociación, fomentar su independencia y responsabilidad y establecer límites claros , son pautas claras para tener una buena relacion con nuestros adlolescentes.