El miedo es una emoción universal que tiene una función adaptativa, nos ayuda a protegernos . Dicha emoción aparece ante una sensación desagradable o de peligro. Todo el mundo siente miedo, así que como progenitores no podemos ni debemos evitar este sentimiento a nuestros menores, lo que sí podemos es acompañarles en sus miedos y ayudarles a entender lo que están sintiendo. Los miedos son diferentes según las edades, son lo que llamamos miedos evolutivos, estos miedos van acompañando a los niños y niñas a lo largo de infancia y adolescencia y desaparecen por si solos; como puede ser el miedo a los extraños, a la oscuridad... pero si estos miedos se vuelven muy intensos, se vuelven incapacitantes, con una respuesta ansiosa muy potente , entonces si es el momento de consultar con un especialista.